El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, serán los invitados principales de la XXII edición del Foro Económico de San Petersburgo (SPIEF, siglas en inglés), informó este martes la página web de este evento.
Los dos mandatarios acompañarán al presidente ruso, Vladímir Putin, en la sesión plenaria del Foro, el momento más importante de esta cita anual, que en esta ocasión tendrá lugar del 24 al 26 de mayo próximo.
El Foro de San Petersburgo, que Moscú quiere equiparar a un “Davos ruso”, congrega cada año en esta ciudad a dirigentes políticos y del mundo económico y de los negocios de decenas de países.
De acuerdo con el programa publicado hoy, en esta edición se celebrarán más de 90 eventos, entre sesiones de trabajo, paneles de debate, diálogos de negocios y debates televisados, agrupados bajo el tema central de “Creando una Economía de Confianza”.
Sin embargo, en los últimos años, coincidiendo con la creciente tensión entre Moscú y Occidente por la crisis de Ucrania, la anexión de Crimea, las sanciones o las acusaciones de injerencia rusa en procesos de otros países son pocos los grandes líderes mundiales que han acudido a esta cita.
El pasado febrero, el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, que visitó Moscú para preparar esta visita de Macron de mayo, confirmó el nuevo enfoque de París de reanudar el diálogo con Rusia y destacó los objetivos comunes en la crisis siria frente a los desacuerdos.
“Tenemos desacuerdos, pero también tenemos objetivos comunes, como la lucha contra el terrorismo, la protección de la población civil o la necesidad de evitar la regionalización del conflicto sirio”, dijo Le Drian al reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
Sin embargo, los últimos días se ha sumado un nuevo elemento de tensión entre Moscú y París, con la participación de Francia en el ataque de Estados Unidos y Reino Unido contra objetivos sirios en represalia por el supuesto ataque químico en la ciudad de Duma, que los países occidentales atribuyen al régimen del presidente sirio, Bachar el Asad.
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