RedacciónLos controles israelíes para acceder al Explanada de las Mezquitas en la ciudad vieja de Jerusalén y las multitudinarias protestas que esas medidas suscitaron, se saldaron hoy con la muerte a tiros deun palestino y decenas de heridos.
El joven palestino resultó muerto en incidentes registrados en el barrio de Ral El Amoud, en Jerusalén Oriental informaron la agencia palestina Maan y el diario israelí Haaretz, que citan a testigos y al ministerio palestino de Sanidad, y aseguran que el fallecido recibió un disparo de un colono israelí.
Por su parte, la portavoz de la Policía, Luba Samri, señaló que no le constan los hechos y que están verificando.
Además, se registraron más de una veintena de heridos en los disturbios registrados en Jerusalén y Cisjordania, según confirmó a Efe Mohamed Setiani, portavoz en Jerusalén del servicio de emergencias Media Luna Roja (equivalente musulmán a la Cruz Roja).
Aún no han terminado los disturbios. Hemos atendido a once víctimas en el hospital de campo instalado, otros cuatro heridos fueron enviados al hospital Makased, dos de ellos con pronóstico grave, uno por bala recubierta de caucho y el otro por granada».
A estos se suman 29 personas atendidas por inhalación de gases lacrimógenos y otras cuatro que sufrieron quemaduras.
Un palestino sufrió heridas graves por el impacto de una lata de gas lacrimógeno y fue llevado al hospital palestino Makased, de donde le derivaron al israelí Hadasa.
Varios de los heridos se produjeron en los enfrentamientos registrados en los barrios de Aisariya y Abu Dis, donde la Policía trató de dispersar a manifestantes que les lanzaron piedras.
También se registraron sucesos violentos en las inmediaciones de la Ciudad Vieja, donde Efe pudo presenciar cargas policiales y detenciones de los fieles que, finalizado el rezo en las calles, lanzaron botellas de agua a los agentes, cortando el acceso a la ciudadela amurallada, donde solo se permitía el paso por los puntos más cercanos a la explanada a los hombres mayores de cincuenta años y las mujeres.
Controles
La zona amaneció con un amplísimo dispositivo de la Policía, que impidió el acceso de la prensa internacional en puntos cercanos al complejo, como la Puerta de los Leones.
Miles de musulmanes se congregaron a las afueras del lugar, tercer sitio sagrado para esta religión y primero para los judíos, para rezar en rechazo a los detectores de metales instalados por el Gobierno israelí tras un ataque del pasado viernes, en el que fueron asesinados dos policías por tres atacantes árabes israelíes que luego fueron abatidos.
En previsión de las manifestaciones de hoy en contra de los controles de metales, que los palestinos entienden como una movida de Israel para tomar el control de este sitio sagrado, unos 3000 policías israelíes fueron desplegados hoy para impedir el ingreso de los musulmanes menores de 50 años a la ciudad vieja de Jerusalén, en medio de llamados de líderes árabes a salir a manifestar.
En Roma la embajadora de Palestina en Italia, Mai Alkaila, afirmó que Israel puso hoy a Jerusalén en un auténtico «estado de asedio».
«Parece cada vez más evidente el deseo de Israel -afirmó- de modificar el actual status quo de la ciudad».
La embajadora denunció «el cierre temporario a los fieles musulmanes de la Explanada de las Mezquitas y la instalación en los ingresos principales, de parte de las fuerzas de ocupación, de detectores de metales», que sin embargo son boicoteados por los palestinos bajo instrucción del Ente para la custodia de los bienes islámicos (WAQF).
Según Alkaila, «el gobierno extremista israelí quiere hacer explotar la situación, en particular para obstaculizar los intentos estadounidenses de relanzar el diálogo para la solución de dos Estados».
En consecuencia el ministerio de Exteriores palestino pidió la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU.
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