El 8 de marzo debería ser un día de luto, por los altos índices de violencia basada en género y feminicidios, embarazos en adolescentes, mortalidad materna y por toda la desigualad que afecta a ese sector de la población, aseguró el director del Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida), doctor Víctor Terrero.
“La mujer vive cada día el drama de la desigualdad y eso la hace un ente muy vulnerable frente a toda la problemática social”, apuntó el funcionario, en ocasión del 8 de marzo.
Dijo que en el ámbito de salud, incluida la epidemia del VIH, las brechas son significativas.
“Los hogares de las mujeres que viven con el VIH –adujo- son más pobres que donde residen los hombres seropositivos, mientras el desempleo entre las mujeres con esa condición es mayor que en los hombres: 58,2 por ciento en mujeres y 27,6 por ciento en los hombres”.
El director del Conavihsida recordó que mientras la prevalencia del VIH en la población general es de 0.8 por ciento, en las mujeres en vulnerabilidad social, residentes en bateyes, es de 2.4 por ciento.
Dijo que las mujeres jóvenes sin formación escolar presentan mayor prevalencia de VIH que los jóvenes en iguales condiciones, siendo 3.9 por ciento en mujeres y 1.0 por ciento en hombres.
Refirió que dos de cada cinco mujeres VIH positivas han experimentado maltrato físico, cerca del 37 por ciento violencia emocional y el 22.4 por ciento violencia sexual.
Terrero deploró que a pesar de que en el país haya una cobertura de 90 por ciento en partos institucionales, la mortalidad materna se mantenga en 109.7 por cien mil nacidos vivos.
“La mortalidad materna es la más grande violación a los derechos humanos de la mujer”, enfatizó.
Terrero resaltó el compromiso de las autoridades y la sociedad civil con la lucha por mejorar las condiciones de vida de la mujer y mejorar los indicadores de la salud.
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