RedacciónMADRID — Contener la crisis contra Eibar antes de jugarse la temporada en Champions League. El madridismo encajó mal la derrota por 2-0 ante el Wolfsburgo en la ida de los cuartos de final de la competición europea, el único torneo en que el Real Madrid aún aspira al título.
«Nadie esperaba el partido de ida, eso está clarísimo, pero ya pasó», reconoció Zinedine Zidane, en rueda de prensa celebrada este viernes, luego de señalar lo obvio: la temporada se acabó para el Real Madrid si cae eliminado cuando se enfrente al Wolfsburgo a media semana.
«El martes nos jugamos la temporada, claramente sabemos que es importante pero yo creo que al público le gusta eso. A mí me gusta cuando se ponen difíciles las cosas. Yo conozco al público y van a estar con su equipo», dijo el técnico, a propósito de la preocupación en la capital española en torno al recibimiento que la grada del Bernabéu dará al equipo tras la derrota.
A Zidane y a sus hombres les han llovido críticas por su actuación en Alemania, particularmente por esa «falta de intensidad» del equipo de la que el técnico se quejó tras el encuentro -una explicación recurrente en los labios del francés cada vez que su equipo sufre un tropiezo.
En un intento por blindar a sus jugadores, Zidane se desdijo. No fue la «falta de intensidad», aseguró.
«Al final a lo mejor me he equivocado yo; no había falta de intensidad, es el segundo partido donde hicimos más kilómetros. Además empezamos muy bien los primeros 15 minutos. El fallo nuestro es que nos metieron dos goles en muy poco tiempo. Que no hemos podido dar la vuelta al partido, ese fue el fallo», dijo Zidane.
De acuerdo con las estadísticas oficiales de la UEFA, el cuadro merengue recorrió 104 mil 137 metros; menos que en cualquier otro partido de la Champions League esta temporada. Pero Zidane insistió en que su equipo corrió «incluso más que en Barcelona».
«Nos faltó algo, pero no intensidad», señaló el entrenador, que insistió en que el error fue no saber reaccionar a los «dos goles recibidos en poco tiempo». Errores defensivos por los que al Madrid le han llovido críticas, en particular al lateral derecho Danilo, el único hombre que partió de inicio que no había sido titular en el clásico tres días antes.
Zidane, no obstante, defendió a su jugador y repartió responsabilidades: fallaron todos, no sólo el brasileño.
«No me arrepiento de nada», dijo el francés, preguntado por su decisión de rotar a Dani Carvajal antes de insistir en que «Danilo no lo hizo tan mal como estoy escuchando. Lo hicimos mal todos, no sólo Danilo. Es fácil señalar a uno o a otro».
«Sabemos que hemos fallado y ya está. No hay que hacer más comentarios. Me quedo con lo que estábamos haciendo últimamente, que era muy bueno. Eso no se borra en un partido. Yo no soy uno después de Barcelona se me va a subir a la cabeza, yo no soy así, son tres puntos. Y tampoco me voy a volver loco con lo que pasó el otro día. Los jugadores saben perfectamente lo que pasó y lo que tenemos que hacer ahora», relativizó Zidane .
Y sin embargo, el descalabro en Alemania puede desencadenar un desastre en Madrid si su equipo no le da la vuelta al resultado adverso. El Madrid ha ido cayendo en picada desde noviembre, alejándose de sus opciones de ganar algo esta temporada. Y la afición, que ya sufrió una temporada en blanco, no soporta un fracaso más.
Zidane se mostró consciente de que será el primer sacrificado si caen eliminados -sería la primera vez en seis años que el Madrid no alcance la semifinal- y junto con él, los jugadores señalados de esta temporada: Danilo, James e Isco.
«El entrenador siempre (se juega el puesto), en cada partido, sé como es estar en este club. Si pierdo o me eliminan, todo puede cambiar. Pero no voy a pensar en eso, pienso en lo que queda de temporada y que tengo un rol de responsabilidad y lo asumo. Al final ya se verá. Pero ahora estoy tranquilo», sentenció el técnico.
Paola Núñez
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