RedacciónSi bien es cierto que en los últimos tiempos se ha producido un proceso de toma de conciencia social sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres, el problema aún dista mucho de estar resuelto.
La frecuencia con que ocurren en República Dominicana casos de feminicios y maltratos contra ese género es extremadamente alta. Para muchos significa que el problema está directamente vinculado a la desigual de distribución del poder y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres, las cuales perpetúan la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino.
En opinión de expertos en el tema y grupos de defensa de los derechos de las mujeres, la falta de coordinación entre las instituciones nacionales pertinentes, la insuficiencia del presupuesto asignado para prevenir y sancionar a quienes la cometen, y la no aplicación de los protocolos convenidos para atender a las víctimas, agrava aún más la situación.
De acuerdo con las estadísticas llevadas por el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (Pacam) desde el año 2000 al 2014 murieron alrededor de 2,379 mujeres en manos de sus actuales o exparejas sentimentales, para un promedio de 169 asesinadas por año.
Un mal enquistado de raíz…
Para la presidenta del Pacam, la sicóloga Soraya Lara, existen diferentes tipos de agravios por parte del hombre hacia su pareja; entre ellas el emocional, que comprende todo tipo de humillaciones, desvalorizaciones y actitudes de indiferencia ante las demandas emocionales de la pareja; en lo psicológico, se atenta contra el sentido de la realidad y la moralidad de la víctima.
Otro tipo de ofensa y es, quizás, la menos vista, según indica la también terapeuta familiar, es la sexual, materializada en la violación, que constituye uno de los delitos que más traumatizan y humillan a las mujeres.
“Existe un contexto culturalmente socializado que normaliza y justifica el comportamiento del hombre violento o maltratador. Este acude a una serie de maniobras que ejercen sobre sus víctimas como son: la intimidación, amenazas de muerte, quitarle los hijos, entre otras”, resaltó Lara.
Al respecto, la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, consideró como una verdadera vergüenza la problemática de feminicidios que afecta a la región.
Dijo que en el caso de esta nación es un mal que se ha enquistado de raíz en miles hogares y que su dimensión impacta, no solo a la familia que la padece, sino a toda la estructura social.
Para la ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, los maltratos y muertes a las féminas constituyen uno de los problemas que más afecta a la sociedad dominicana. “…Por su impacto en centenares de niños y niñas que durante toda su vida sufren las consecuencias negativas de esta lacerante tragedia“.
Tanto Cedeño de Fernández, como Germán llaman a aunar esfuerzos para trabajar en la construcción de un nuevo sistema de valores, actitudes y convicciones para erradiquen el machismo, patriarcado, la hegemonía del hombre fuerte frente a la mujer, como vía más eficaz para erradicar el ultraje por razones de género y los feminicidios.
La presidenta del Senado de la República, Cristina Lizardo, al abordar el tema, señaló que para enfrentar la violencia de género o intrafamiliar se requiere de toda la sociedad en general:” Hombres, mujeres, escuelas institutos, centros de formación de adultos, medios de comunicación, la familia; y otros tantos que son en conjunto los principales transmisores de valores y modelo”.
También la directora de Colectiva Mujer y Salud, Sergia Galván, opinó en este sentido que el país está frente a una alarma nacional y criticó que no estén activados todos los mecanismos para prevenir el maltrato contra las féminas, lo cual amenaza con incrementarse cada día.
Galván lamentó que en el país los servicios de atención en casos contra la mujer están colapsados: “Estamos hablando de alrededor de 80,000 denuncias que hay que procesar cada año y apenas tenemos 17 unidades para todo eso”.
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