Oscar López Reyes

Vanguardia de los libros impresos

Por Oscar López Reyes

La reciedumbre de la tradición histórica de la hoja de papel, vigente desde 1450 con la primera obra impresa tipo móvil de Johannes Gutenberg, no ha podido ser desplazada por los emergentes y preponderantes booksinfluencers (personas que difunden contenidos de libros en las redes sociales), BookTube (videos libros) ni otras transhumancias virtuales de manuales, o por la inteligencia artificial, especialmente su big data. Terminantemente, el libro no torcerá la cabeza.

En vez de sustituir a los textos escritos, los formatos digitales, como los audiolibros y los podcasts, refuerzan a los primeros. Increíblemente, los libros impresos dominan la predilección, aún en los segmentos juveniles, como en Estados Unidos y España.

Las cartas de papel se guardan en los safaris románticos e imprescindiblemente se estampan en las referencias históricas y sociopolíticas, en tanto que los periódicos menguan drásticamente su circulación. En cambio, los libros análogos montan una tenaz resistencia a los electrónico: la mayoría de los pobladores del planeta selecciona los libros de papel, conforme diversos estudios.

La You-Gov, compañía internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet, con sede en el Reino Unido y operaciones en Europa, difundió una encuesta en septiembre de 2022: “El 64% de la ciudadanía española prefiere los libros en papel a la hora de leer”, y podría “extrapolarse al resto de países del mundo, ya que, por ejemplo, el 68% de la población italiana y el 78% de la ciudadanía francesa también prefieren leer en papel”.

Otra firma, New Survey Shows Readers Overwhelmingly Prefer Physical Books, en agosto de 2022 divulgó: “Una nueva encuesta realizada entre 2,400 lectores de libros de todas las edades en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania revela que la gente sigue prefiriendo mayoritariamente los libros físicos por su aspecto, su tacto e incluso su olor”. El 70% del grupo más joven (de 16 a 24 años) encuestado dijo que acoge los físicos frente a los electrónicos.

Veamos otras estadísticas: el 65% se inclina hacia los libros orgánicos, el 21% a los electrónicos y el 14% a los audiolibros, lo que revela palmariamente que las tradiciones no se suplantan por decretos ni por modismos.

Las transformaciones son más paulatinas, y por esa razón en plena era digital tres de cada usuario platea los impresos, e incluso apenas el 16% de los jóvenes de la generación Z lee los dos formatos. Más, los de los digitales confiesan que esa elección está motivada por la facilidad en el transporte (59%), el bajo costo (42%) y comodidad de la lectura (37%).

Otra tendencia muy pronunciada en los citados y otros estudios sobre el top temático son la supremacía de la novela histórica, los textos de fantasía y ciencia ficción, las noveles de suspenso o misterio, las aventuras y los romances.

Oh¡ El 42% conserva los libros cuando concluye su lectura, el 26% los presta o regala, el 26% los vende y el 5% los recicla o desecha. Por igual, las mujeres leen más que los hombres.

Todos nosotros moriremos, menos el libro. Sobrevivirá a todas las borrascas, sea impreso o ya sea digital. Sin él, la vida vagabundeará en el dolor y la nostalgia, por la carencia de referencias históricas y data de la contemporaneidad.

La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo invitada a la lectura de obras sobre historia, ciencias políticas, derecho, economía, mercadeo, comunicación social, novelas, cuentos, ensayos y poesías. Para que se animen a asistir a ella, les regalo mi poema “Monumento extenso”:

Primoroso

mensajero

despoblador de tinieblas estúpidas

y tempestades necias

que divagan como rémoras

por el cielo oculto del hombre.

Sus hojas parpadean

y sus letras grabadas

. galantean la mirada

y sus sentencias se trepan

en los suburbios de su aliento.

(Mis versos son pedazos

de retoños que vibran

en el sólido hueco de un libro

de filos nobles y embelesado de sapiencias).

 

El libro,

Bóveda donde mora la ciencia

y la creatividad se estremece fecunda

para alimentar pupilas.

Cuna de experiencias

épocas y héroes

que soliviantan las dotes en la soledad

del hombre solitario.

Extenso monumento…

que nace antes y vive después

de los coliseos, los templos y las

estatuas.

Las obras de calcina y piedras

mudan sus colores y la fisonomía de

sus escombros se vuelven

polvo que cargan los vientos

y se dispersan por las grietas y barrancas.

Y sobr e el lomo de sus vestigios

retorcidos

el libro y su longevidad flamean,

con sus juicios más rollizos cuando

restauran sus páginas vestidas

de inmortalidad reposada.

“Monumento extenso” fue escrito e insertado en el libro de mi autoría “Venas de Secretos Abiertas”, editado en 1986 por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con el prólogo del vate exquisito Tony Raful.

Vamos a declamar este y otros poemas en el patio frondosa y despejado de la Feria Internacional del Libro. Vayamos, tú, él y nosotros a ese espacio y serpenteemos en sus páginas, sin estratagemas ni esa desidia que doblega el discernimiento y cierra las puertas, sin regaños, al progreso cultural.

El Motín

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