RedacciónKim Kardashian había volado al país junto a un numeroso grupo de amigas para celebrar el cumpleaños de Kourtney
Las Kardashian son unas habituales de la mansión de 22 habitaciones de Francis y allí han pasado numerosas vacaciones, pero esta vez Kim arrastraba un trauma del que no pudo desquitarse por muchas margaritas que hubieran de por medio.
«¿Puedes hablar un segundo?», dice Kim entre lágrimas a Francis en una llamada de teléfono grabada por las cámaras de Keeping Up With The Kardashians. «Simplemente es que tengo ansiedad. ¿Estás seguro de que esto es seguro?».
Las preocupaciones de Kim tienen que ver con el robo que sufrió en París hace casi exactamente un año, el 3 de octubre de 2016, cuando unos ladrones la asaltaron en su hotel y se llevaron joyas por valor de varios millones de dólares. «Desde París siempre pienso en el peor escenario posible», admite Kim en el adelanto del próximo capítulo del reality que protagoniza junto a su familia. «Tenía muchas ganas de hacer este viaje, pero no tenía ni idea de que me iba a sentir así. Me di cuenta tan pronto como desembarcamos del avión y empecé a pensar en todas las personas del aeropuerto que iban a ver a 17 ó 18 chicas con bolsos de Chanel y Louis Vuitton. Somos el mayor objetivo de la historia».
En el vídeo puede verse a una Kim visiblemente afectada por los traumas de uno de los momentos más duros de su vida. Tras el robo en París, su familia aumentó el número de guardaespaldas que las siguen a todas partes, pero eso no ha conseguido que Kim se haya desecho de su paranoia.
«Es seguro, Kim, te lo prometo», le asegura Francis por teléfono. «Llevo a mis hijos allí. Es seguro». Kim responde: «Lo único que pienso es: ‘¿Por qué he venido?'».
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