Eta dejó una estela de muertes en Centroamérica.

Tormenta Eta deja al menos 100 muertos en una comunidad de Guatemala

Las fuertes lluvias ocasionadas por la tormenta Eta han provocado al menos 100 muertes en Guatemala, luego de que un alud sepultara en la víspera a la mitad de una aldea en la región central Alta Verapaz, dijo un vocero del Ejército citando cifras preliminares.

En el caserío Quejá, las constantes precipitaciones produjeron un deslizamiento de lodo y piedras que soterró 150 casas, precisó el coronel Rubén Téllez.

Grandes extensiones fueron inundadas por Eta.

El presidente del país, Alejandro Giammattei, aseguró este viernes que socorristas y soldados llegaron a Quejá para realizar las labores de rescate de los cuerpos. Además, su Gobierno empezó a distribuir alimentos al resto de zonas afectadas por Eta, que ya se encontraba en el mar Caribe, rumbo a Cuba.

«Se está tratando de distribuir alimentos y rescatar personas», informó. «Tenemos muchísima gente atrapada (a la) que no hemos podido llegar. No hemos podido llegar por lancha porque las corrientes son muy fuertes, no logramos llegar por aire porque hasta el momento sólo tenemos un helicóptero (…) para tratar de llegar a las personas que están en techos de las casas», agregó.

El mandatario, un médico cirujano de 64 años, aseguró que los embajadores de Estados Unidos y Taiwán en su país ofrecieron miles de dólares para víveres y pidió al Congreso que apruebe un pedido de «estado de calamidad» que enviará más tarde.

Al menos 75,000 guatemaltecos fueron afectados directamente por las lluvias, precisó Giammattei, quien agregó que el número seguiría creciendo en las próximas horas.

La tarde del jueves, Giammatei dijo que las lluvias provocadas por el ciclón causaron desprendimientos de tierra en el departamento noroccidental de Huehuetenango, donde dejaron unos 10 muertos.

El organismo de protección civil informó horas de cinco muertos por deslaves, tres en el departamento de Quiché (noroeste) y dos en el poblado de Chinautla, cercana a Ciudad de Guatemala. Entre ellos había dos niños de 11 y 2 años.

Una estela de muerte

En Honduras, donde Eta descargó gran parte de su fuerza, se reportaban hasta el jueves 11 fallecidos —la mayoría niños y adolescentes—, cientos de viviendas afectadas y poco más de 60 comunidades incomunicadas.

El valle de Sula, el más productivo y capital industrial de Honduras, estaba convertido en una enorme laguna al desbordarse los ríos Ulúa y Chamelecón. Las calles estaban cubiertas de agua y las casas parecían islas, desde donde algunas personas, que treparon al techo, pedían ser rescatadas.

El presidente Juan Orlando Hernández envió helicópteros y lanchas militares a esa zona para rescatar a los pobladores en riesgo de ser arrastrados por correntadas.

La hondureña Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) dijo que las lluvias asociadas a Eta dejaron 338,563 personas afectadas, 2,764 evacuadas y 2,675 albergadas.

En Costa Rica, un estadounidense de 71 años y su esposa costarricense, de 51, murieron en un derrumbe que sepultó su vivienda en el cantón sureño de Coto Brus, fronterizo con Panamá.

El jueves, 1,361 personas estaban albergadas por inundaciones en Costa Rica, especialmente en el litoral pacífico.

Dos mineros fallecieron en inundaciones en el Caribe Norte de Nicaragua, el país que recibió el impacto de Eta como un huracán categoría 4. La Defensa Civil del Ejército de Nicaragua informó que siete unidades militares fueron devastadas por Eta en el Caribe Norte, entre ellas las ubicadas en los Cayos Miskitos.

Los indígenas miskitos de la zona viven de la pesca y la agricultura y se teme que haya desaparecidos, según el gobierno regional.

En Panamá murieron cinco personas, incluyendo tres niños, por derrumbes que sepultaron dos viviendas en la provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, informó el Sistema Nacional de Protección Civil.

En El Salvador, donde seguían las lluvias que provocaron 26 derrumbes en carreteras, la comisionada presidencial jefa de gabinete, Carolina Recinos, informó que se habían evacuado 1,190 personas y 20 fueron trasladadas a albergues. También se han registrado inundaciones en Panamá.

El impacto de Eta en la región recuerda al huracán Mitch, que con categoría 5, dejó una estela de muerte y destrucción en Centroamérica, con mayores daños en Honduras, donde dejó alrededor de 6,000 muertos, pérdidas económicas por más de 4,000 millones de dólares, más de un millón de damnificados y muchos desaparecidos.

El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas más poderosos y con mayor cantidad de agua, constituyendo una amenaza más peligrosa para las comunidades costeras, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

 

El Motín

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