RedacciónEl ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, afirmó que el gobierno asumirá la Agenda Post 2015 adoptada por las Naciones Unidas como una valiosa contribución para la agenda nacional para el desarrollo sostenible y para el fortalecimiento de los instrumentos de planificación.
Sostuvo que la Agenda post-2015 no sustituye, sino que aporta a las agendas nacionales tras considerar que su realización “supone un mejor desarrollo institucional (a todos los niveles: nacional y territorial) para mayor eficacia del esfuerzo (el gasto incluido)”.
“Los Objetivos del Desarrollo Sostenible llevarán a robustecer la agenda de desarrollo nacional ya establecida”, apuntó Montás, quien agregó que eso implica revisión y adaptación de objetivos, metas, líneas de acción y el marco de los indicadores.
Montás pronunció una conferencia sobre los retos del desarrollo sostenible en relación con los jóvenes celebrado en la sede del Ministerio de Economía donde las palabras de introducción estuvieron a cargo de Arianna Amparo, directora ejecutiva del programa de apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el acto habló igualmente Anner Bencosme, Presidente del consejo de directores de FUJUNUMI Anner Bencosme.
El titular del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) dijo que en gran medida, en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 están plasmadas las aspiraciones de desarrollo sostenible.
Montás, de acuerdo a una nota de la Unidad de Comunicaciones del MEPyD, agregó que el enfoque de la prosperidad es que esta sea inclusiva, generadora de empleo y reductora de pobreza, mientras se impulsa la agenda de construcción de igualdad, de no discriminación, de potenciar al máximo las capacidades de las mujeres y de los hombres, de garantía de los derechos humanos y libertades fundamentales de todos los dominicanos.
En relación con el cuidado del planeta, se busca proteger el medio ambiente, abordar los efectos del cambio climático y hacer uso sostenible de los recursos naturales.
Al abordar los retos del desarrollo sostenible en relación con los jóvenes, Montás destacó que 36 de cada cien dominicanos son jóvenes, pero afectados por una tasa de desempleo tres veces mayor que la población más adulta.
“Esto significa que 20 de cada 100 jóvenes está desempleado; mientras que en los adultos, 7 de cada cien están desempleados”, expresó Montás, quien agregó que en la República Dominicana, 22 de cada 100 jóvenes ni estudian ni trabajan de forma remunerada, lo que constituye una “gran retranca para la inclusión social de los jóvenes”.
Detalló que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se enfoca con seis metas que son “aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento”.
Igualmente, “garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética”.
Asimismo, “lograr el empleo pleno y productivo y garantizar un trabajo decente para todos los hombres y mujeres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor”.
Se busca, además, “reducir sustancialmente la proporción de jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben capacitación”, así como desarrollar y poner en marcha “una estrategia mundial para el empleo de los jóvenes y aplicar el Pacto Mundial para el Empleo de la Organización Internacional del Trabajo”.
Se propone también promover mecanismos para aumentar la capacidad de planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, centrándose en particular en las mujeres, los jóvenes y las comunidades locales y marginadas.
“Estas seis metas-ODS enfocadas en la juventud serán adoptadas y armonizadas con las 11 líneas de acción contenidas en la Estrategia Nacional de Desarrollo”, puntualizó el Ministro.
Al hacer referencia al contexto nacional en que se aplicará la Agenda Post-2015, Montás señaló que “el progreso material excluyente es insostenible” a la vez que el modelo convencional de desarrollo está agotado.
“Que el quintil 1 de la pirámide social (la cúspide) perciba el 52.2% del ingreso nacional, mientras el quintil 5 (la base) percibe sólo el 4.8%, es insostenible y socialmente insoportable”, expresó Montás.
Consideró que “con semejantes rezagos en inequidades, vigencia de derechos y libertades de las personas y en niveles de desarrollo humano, los riesgos de supervivencia social son muy elevados y la convivencia pacifica se vuelve cada vez más insostenible”.
Dijo que si bien es cierto que los desafíos del desarrollo a nivel global son muy grandes, la humanidad logró un mejor acercamiento integral al diagnóstico sobre la magnitud, naturaleza y características de esos desafíos.
“Esa comprensión más acabada del diagnóstico ha llevado a encarar la madre de todas las apuestas: la del desarrollo sostenible,… con mayor acierto en visión y objetivos”, apuntó el Ministro.
Al examinar el nivel de cumplimiento por parte del país de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Montás dijo que se produjo una reducción de la subnutrición, disminución de la pobreza y mejorada la distribución del ingreso.
Igualmente control de incidencia de sarampión y mayor cobertura de vacunación de la niñez; descenso substancial en muertes causadas por el HIV-SIDA; paridad de género en la enseñanza primaria (aunque con brechas preocupantes en niveles secundario y superior).
También se registró un aumento de superficie boscosa y reducción de emisiones que agotan la capa de ozono, mientras que se cumplió la meta de acceso a agua potable y se disminuyó la proporción de personas que viven en barrios en situación de carencia.
En cambio, la meta de reducción de la pobreza general y de la pobreza extrema, no se cumplió.
La proporción de estudiantes que inician la primaria y se gradúan (eficiencia terminal), aumentó pero muy lentamente, mientras que la mortalidad materna, aunque se redujo significativamente, quedó muy distante de la meta.
“Faltó aliento para cerrar la brecha en meta de mortalidad infantil. Faltó aliento también en el combate a enfermedades infectocontagiosas, incluido el dengue”, apuntó Montás.
Expresó que en el consenso post-2015, se reconocen los rezagos y se establecen cierres de brechas en metas de desarrollo que son cruciales y urgentes, entre ellas “la obligación moral de lograr la erradicación de la pobreza extrema y avanzar en la construcción de sociedades más igualitarias, justas y felices”.
Dijo que para lograr una sociedad más justa e igualitaria se requiere la aplicación de “políticas públicas y mejores prácticas privadas (individuales, familiares, empresariales, organizaciones de la sociedad civil) que apunten a crear condiciones para universalizar el acceso a oportunidades de desarrollo”.
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