Las autoridades rusas intentaban este miércoles frenar la caída histórica del rublo, un día antes de un discurso muy esperado del presidente ruso, Vladimir Putin, que se enfrenta a la peor crisis económica de sus quince años en el poder.
Tras haber cedido un 9,5% el lunes y un 7% el martes, unas caídas nunca vistas desde la crisis financiera de 1998, este miércoles la moneda rusa pareció recobrar cierta estabilidad.
«El país dispone de los recursos monetarios necesarios para alcanzar sus objetivos económicos. También tiene los instrumentos de mercado indispensables para garantizar la demanda correspondiente», dijo el primer ministro Dmitri Medvedev tras una reunión de urgencia con sus ministros del sector económico y con los presidentes de las grandes empresas exportadoras.
El rublo ha perdido casi la mitad de su valor en lo que va de año como consecuencia del creciente aislamiento internacional de Rusia por la crisis ucraniana y por la caída del precio del petróleo, principal fuente de ingresos para el Estado.
La población, que ya se ha visto muy afectada por el aumento de precios, tendrá que enfrentarse ahora a la recesión.
En este contexto, la intervención de Putin, muy popular tras la anexión de la península ucraniana en marzo, será clave para determinar el rumbo económico del país para hacer frente a la crisis.
Durante la jornada del martes, el rublo llegó a perder más del 20%, hasta llegar al nivel de 100 rublos por un euro y 80 rublos por un euro. «El rublo vale lo que vale el poder de Putin en el mercado», según el periódico independiente Novaya Gazeta.
La presidencia rusa indicó que la cuestión tiene que resolverla el gobierno, aunque la situación del rublo ocupará probablemente gran parte de la conferencia de Putin prevista el jueves, una cita anual en la que durante varias horas responde a preguntas de periodistas rusos y extranjeros.
El consejero económico de Putin, Andréi Beloúsov, mostró cierta irritación con el gobierno este miércoles y se felicitó de que «por fin se tome el problema en serio». «Sólo pueden tener algún efecto las acciones coordinadas», aseguró.
Por su parte, el ministerio de Finanzas anunció este miércoles que venderá divisas extranjeras para apoyar al rublo, que juzga «extremadamente infravalorado».
Tras el anuncio la moneda rusa se recuperó levemente y hacia las 10H00 GMT, un euro costaba 85,40 rublos, frente a los 85,15 del martes. Un dólar se cambiaba por 68,45 rublos, frente a los 67,88. El índice RTS de la bolsa subía, por su parte, hasta el 4,97% tras haber caído un 10% en los dos últimos días.
– Aumento de precios –
Por su parte, el banco central parecía dividido sobre el rumbo que debe tomar su política y el aumento radical de los tipos de interés (17% frente al 10,5%) no bastó para convencer a los mercados.
La venta de divisas del ministerio de Finanzas se une a las intervenciones del banco central, que ha gastado más de 10.000 millones de dólares en lo que va de mes para defender el rublo y frenar el pánico en los mercados.
En los últimos días, los rusos están acudiendo a las oficinas de cambio para convertir los rublos en divisas extranjeras, mientras que muchas personas están comprando productos importados en masa, lo que hará disparar sus precios.
La compañía estadounidense Apple decidió suspender sus ventas por internet en el país, mientras que por segunda vez este mes subieron los precios de los billetes de avión (14%).
«Además del encarecimiento de los productos importados, que penaliza el poder adquisitivo de los hogares y favorece las presiones inflacionistas, ya de por sí intensas, la caída del rublo pone en dificultadas a las empresas rusas endeudadas en divisas extranjeras», indicaron los economistas de CMC-CIC Securities.
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