RedacciónMONTE CARLO — Una preparación distinta de cara a Monte Carlo. Roger Federer tuvo la mala fortuna de sufrir un virus justo en la previa de Miami, donde iba a regresar al circuito, y también se saltó el segundo Masters 1000 de la temporada. Como resultado, más tiempo fuera de las canchas y una llegada temprana al Principado, donde se entrena desde hace ocho días.
«Estoy mental y físicamente descansado. Creo que esto puede ayudar en la parte final de una carrera, en términos de estar más fresco para poder entrenarme más duro», señaló el suizo en rueda de prensa en Monte Carlo, haciendo alusión a la cirugía artroscópica en la rodilla izquierda a la que se sometió y que lo mantuvo inactivo desde las semifinales del Abierto de Australia.
Federer, cabe destacar, tenía fecha de regreso para el Masters 1000 de Miami, pero un problema de salud lo mantuvo en espera. «Estoy feliz de poder decirles que me he recuperado bien del virus que tuve en Miami», remarcó. «Al principio estaba preocupado de que podría ser algo que podría durar un tiempo, pero me sentí mejor tres días más tarde», señaló.
El suizo, finalista en el Principado en cuatro ediciones, vio el lado positivo a esta ausencia en las canchas, que le permitió arribar antes temprano a la sede del evento. «Llegué a Monte Carlo hace nueve o 10 días y he estado entrenando en la pista central durante los últimos ocho. Las cosas van bien y estoy contento de cómo me estoy moviendo; de cómo estoy golpeando la pelota y ahora he tenido un montón de partidos de práctica».
«Mi rodilla no me ha molestado, pero la gran prueba será ver cómo reacciona en las condiciones de un partido», apostilló Federer, quien debutará ante el ganador de Guillermo García López o Thomaz Bellucci. «No se tiene un sorteo fácil en un Masters 1000, así que no estoy subestimando a nadie. Al mismo tiempo, espero que nadie me esté subestimando mí sólo porque me lesioné», finalizó.
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