RedacciónA las tres de la madrugada escuchó el corre corre en el callejón de su casa en el barrio Bella Vista. Se tiró de la cama, apenas cubierta con una toalla.
Cuando alcanzó abrir la puerta, las brigadas del Plan de Asistencia Social de la Presidencia se habían retirado. Una vecina, que recibió varias fundas de alimentos, le regaló una.
Hasta ahora esa es toda la ayuda que ha recibido Mercedes Pilarte, madre soltera y desempleada, acogida al programa “Quédate en Casa” puesto en marcha por el gobierno para frenar la propagación del Coronavirus.
Ella es parte del conglomerado de ocho familias que residen en el callejón de esta populosa barriada.
Mercedes llamó al teléfono que dan las autoridades para ver si la habían registrado y comprobó que está fuera de la lista de los que reciben los cinco mil pesos mensuales como parte de la asistencia.
Desde el primer amago de ayuda en el barrio, se mantiene despierta y a la expectativa para agarrar lo primero que se ponga a mano.
¿En qué trabaja?
—No trabajo, yo no trabajo, no tengo ingresos de ningún lado. Tenía un puestecito de vender empanadas, aquí cerca, con una señora, pero no he vuelto más para allá. Desde que dijeron que venía un virus, y que el gobierno iba ayudar a las personas que no trabajaban, que no tenían recursos, no volví más a vender empanadas pero a mí nunca me ha llegado nada.
¿Cómo sabe que no está en el programa?
—Yo me busqué varias veces y no salí.
¿Cuántos hijos tiene?
—Tengo tres hijos, dos que no trabajan y una sola hija que trabaja. Y tres nietos.
¿Aun así se mantendrá en casa?
—Yo me quedo en la casa, aunque me muera de hambre, yo lo que no me quiero es morir de eso. Mi hija me ha ayudado a mí…hay que quedarse en a casa, el gobierno está ayudando a la gente, quizás a mí me llegue un día.
¿Sabe el monto que dan en la ayuda?
—No sé cuánto es, porque a mí no me ha llegado nada, ni funda ni nada. Aquí vinieron y la doña se asustó y no subieron para acá. Yo espero que llegue.
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