El MotínPor Leonel Concha Junior
La solicitud para que Tony Peña Guaba renuncie cuanto antes como jefe del Gabinete de Políticas Sociales del gobierno de Luis Abinader es tendencia en las redes sociales.
El escándalo en que está involucrado, haber dispuesto la distribución de más de 100 millones de pesos como pago para trabajo a futuro en beneficio de artistas (merengueros y los llamados artistas urbanos como son los raperos, reguetoneros, etcétera) zarandea la administración pública.
Quizás apoyándose en el dicho de que quien mete la pata y la saca a tiempo, queda bien, Peña Guaba intentó la solución desesperada de convertir en regalo la entrega del dinero, la situación lo que ha hecho es complicarse.
A pesar de las explicaciones de Peña Guaba, y de que la iniciativa estaba sustentada en una acción humanitaria de ayudar a los artistas desempleados por la pandemia, sorprende la celeridad con que el hecho ha adquirido la categoría de crisis de estado.
El impulso sorprendente de los acontecimientos llevan a pensar en la existencia de una “mano maestra” interesada en hacer rodar la cabeza del hijo del extinto líder José Francisco Peña Gómez.
Junto a la Dirección de Contrataciones Públicas, cuyas actuaciones recuerdan en ocasiones el proceder de la Inquisición, claro avalado en la ley, cierran filas los comunicadores que desde la pasada campaña electoral auparon al actual partido de gobierno.
Al calor del debate, parece primar la insensatez y el sadismo en lugar de abogar por esclarecer las dudas que pudieran haberse generado.
Los reclamos de transparencia, sin orden ni concierto que parecen irse a los extremos, amenazan con socavar la autoridad y las buenas intenciones del gobierno en sus disposiciones de asistencia social.
La pregunta ahora no se hace esperar, ¿a quién o quienes beneficia el fracaso de Tony Peña Guaba como jefe del Gabinete Social?
Esta interrogante no es ociosa, es la premisa de que parten los investigadores al recibir la encomienda de investigar y esclarecer cualquier crimen.
¿Quién sería el beneficiario con la muerte o el fracaso de zutano o mengano?
A partir de este punto de vista se comienzan a atar los cabos, a seguir el hilo que usualmente conduce hasta el instigador.
El Gabinete de Políticas Sociales es una posición apetecible para cualquier político o política con aspiraciones futuras de crecer, promoverse y elevarse en el favor de la población. Por lo regular los enemigos están más cerca de lo que se piensa.
Además de manejar cuantiosos recursos para ayudas sociales, el principal incumbente de esta entidad está expuesto de manera constante al foco público de la prensa y por lo tanto su rostro y sus iniciativas lo colocan cercano a las masas populares y al trato directo con los sectores de poder.
El gobierno del presidente Abinader luce bastante influenciado por las tendencias a nivel de las redes sociales, por lo tanto la cabeza de Tony Peña Guaba, de seguir el curso sin variación, podría rodar de su tronco en el Gabinete de Políticas Sociales.
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