Por Fernando A. De León
Por lo que hemos observado, no sería exagerado el asegurar que, al menos en Nueva York, más de la mitad de los dominicanos que votan, sufragaron a favor de Donald Trump. Eso nos preocupa.
Podríamos afirmar que la mayoría de esos votantes dominicanos son los menos educados, e instruidos académicamente. También preocupa que ese voto a Trump nos señale como piensan, en lo político, el grueso de nosotros. Esto, porque hay que ser ingenuo, u obtuso fanático, para simpatizar por quien nos aborrece.
Al igual que en República Dominicana (y hay no uno, sino varios botones de muestras), estos coterráneos, adultos mayores y jóvenes, tienen como íconos o paradigmas a figuras como Donald Trump; en otras palabras: los acosadores de mujeres, rufianes, y delincuentes, son sus ídolos. Por cierto es probable que Trump goce de su simpatía, por coincidir con en el antihaitianismo.
Evidentemente, estamos en una época donde reinan los antivalores y la falsía y, por si fuera poco, el neofascismo, y el odio a los migrantes más explotados. También, la mentira y el populismo, se ha enseñoreado en nuestra América.
Ese voto dominicano a favor de Donald Trump, tiene como excusa que la economía estadounidense está en crisis. En los últimos tiempos, al margen de las alzas de precios, en los alimentos y artículos diversos, la economía ha crecido y hay una significativa baja en el desempleo.
La cobertura del Medicaid ha ampliado su cobertura. Ahora hasta los que sobrepasan los mil 500 dólares de pensión, reciben medicamentos gratis, y están exonerados del copago. Además, los seguros médicos cubren cualquier urgente intervención quirúrgica.
Otras de las facilidades consisten en que, cada mes, por la tarjeta de débito (OTC), los que reciben exiguas pensiones reciben mensualmente hasta 150 dólares o más. A los que reciben ese beneficio cada tres meses, de 525, hace poco, se les elevó a 575 dólares. Es decir, un aumento de 50 dólares más, a partir del primero de enero próximo.
La ciudad de Nueva York debe estar alerta porque no sería sorpresa que Trump, barriera con esos beneficios, y, hasta reduzca la cantidad de cupones de alimentos que reciben muchas familias pobres. Además, ya se rumorea que se deportaría a indocumentados, y de paso, a cualquiera que no sea naturalizado o ciudadano y tenga en su récord, un caso de felonía menor.
*El autor es periodista, miembro del CDP en Nueva York, donde reside.
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