El difunto y reconocido físico teórico Stephen Hawking hizo numerosas predicciones sobre el futuro del planeta, y una de las más famosas es un escenario sombrío por el fin del mundo para el año 2600.
Hawking, quien murió en 2018, sugirió que, debido al crecimiento de la población y al consumo de energía incontrolable, la Tierra podría transformarse en una gigantesca bola de fuego si la humanidad no abordara estos problemas.
Recientemente, un artículo del sitio de noticias Marca despertó interés al implicar que la NASA había “confirmado” la teoría del fin del péndice de Hawking.
Hawking hizo una serie de predicciones en sus últimos años sobre el futuro de la humanidad y estaba cada vez más preocupado por los peligros para nuestro planeta natal.
POSIBILIDAD DE UN DESASTRE EN LA TIERRA
En 2016, le dijo a la BBC: “Aunque la posibilidad de un desastre para el planeta Tierra en un año determinado puede ser bastante baja, se suma con el tiempo y se convierte en una certeza cercana en los próximos 1,000 o 10,000 años”.
Para asegurar un futuro a largo plazo, Hawking abogó por la expansión de la humanidad más allá de la Tierra, sugiriendo que el establecimiento de colonias interplanetarias podría ser vital.
Sin embargo, agregó: “No estableceremos colonias autosuficientes en el espacio durante al menos los próximos cien años, por lo que tenemos que ser muy cuidadosos en este período”.
De las amenazas para la humanidad en la Tierra, el matemático y físico teórico de la Universidad de Cambridge consideró que el calentamiento global, los impactos de asteroides, la guerra nuclear, la inteligencia artificial y las pandemias se encuentran entre los más existenciales.
Si bien la NASA ha abordado públicamente muchas de las mismas preocupaciones, de ninguna manera ha confirmado una fecha para el fin del mundo.
Por ejemplo, sobre el cambio climático, la agencia espacial advierte que “los efectos del calentamiento global causado por el hombre están ocurriendo ahora, son irreversibles para las personas vivas hoy en día y empeorarán mientras los humanos agreguen gases de efecto invernadero a la atmósfera”.
Lejos de predecir un armagedón climático, la NASA enfatiza que la humanidad todavía tiene el poder de influir en la gravedad de estos impactos.
Del mismo modo, sobre el riesgo de impactos de asteroides, la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA ha adoptado una postura proactiva.
La NASA monitorea tales objetos cercanos a la Tierra (NEO) y ha desarrollado la misión Double Asteroid Redirection Test (DART) como parte de su estrategia de defensa planetaria.
Lanzada en noviembre de 2022, la misión espacial DART se dirigió a Dimorphos, un pequeño asteroide lunar, con el objetivo de alterar su órbita. Después de un viaje de 10 meses, DART impactó con éxito el asteroide, demostrando un método potencial para desviar asteroides que algún día podrían amenazar a la Tierra.
La NASA afirma que “actualmente no se conoce ninguna amenaza significativa de impacto para los próximos cien años o más”.
Si bien la NASA permanece vigilante sobre las amenazas globales, no respalda ningún escenario o cronograma en particular del fin del mundo. Lejos de confirmar la visión apocalíptica de Hawking, la perspectiva de la NASA es de optimismo cauteloso, subrayando que nuestro futuro depende de las decisiones que tomamos hoy.
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