RedacciónEl otoño aún no ha llegado pero las temperaturas ya han comenzado a bajar; por eso, estos días podemos encontrar merodeando por el callejero a gente con sandalias y shorts y otra que ya ha sacado parte de su artillería invernal. Cosas del entretiempo.
En este último grupo se encuentra Kim Kardashian, quien lleva todo el verano luciendo abrigos encima de su ropa estival. La última vez lo hizo hace unos días en la New York Fashion Week, donde apareció con un visón sobre sus hombros cuando las temperaturas de la ciudad que nunca duerme ascendían a los 30 grados.
Lo que en un principio podía parecer una más de las excentricidades de la estrella de Keeping us with the Kardashians obedece en realidad a una estudiada estrategia que Kim ha puesto en marcha para realzar su figura. Así lo ha asegurado ella misma en su recién estrenada página web: “He ganado unos cuantos kilos más en este embarazo que en el anterior”, reza la socialité enkimkardashianwest.com.
“Mi aspecto ha cambiado mucho. Quizá es porque lo que viene es un niño y no una niña, quizá es porque no tengo la hinchazón que tuve la otra vez cuando sufrí preeclampsia o quizá es porque me siento segura en mi estilo y sé lo que esperar”, ha confesado.
La mujer de Kanye West ha asegurado que “siempre está helada” y por eso no le importa llevar abrigos, prenda que le hace sentirse más segura. Así, para cubrir sus “brazos y culo gordo”, como ella misma se ha referido a sus atributos, se ha pasado el verano luciendo abrigos de distinto grosor sobre ropas, eso sí, ligeritas, apretadas y muy sugerentes que poco tienen que ver con la ropa premamá que suelen lucir las mujeres que están en estado. Y es que ya sabemos que su estilo de recatado tiene poco.
Agregar comentario