RedacciónEl politólogo y consultor político Belarminio Ramírez Morillo afirmó este miércoles que la escasa credibilidad y confianza con que en estos momentos cuentan los partidos políticos amerita que sus liderazgos se centren en entender las demandas reales de los ciudadanos, a los fines de que puedan presentar ofertas al electorado que estén acordes con las expectativas y deseos de la población.
“Las comisiones y equipos creados por los partidos para validar acuerdos y escoger candidaturas, deben actuar con inteligencia de marketing, ya que importa tanto la opinión de los militantes y simpatizantes de las organizaciones, como las opiniones de los electores independientes.” Reflexionó el catedrático y experto en marketing político.
Dijo que es hora de que los guías partidarios dejen atrás su forma de pensar y de actuar basadas en los criterios de que las designaciones corresponden a los líderes, a los grupos y las tendencias intrapartidos.
“Ahora las aspiraciones corresponden a la ciudadanía. Negarle ese derecho y esa conquista puede agudizar la crisis de la partidocracia”, puntualizó el escritor y abogado.
El politólogo argumentó que en la ruta hacia el proceso electoral del 2016, los partidos deben pensar no sólo en personas votos, sino que también estimulen en los votantes percepciones positivas, tanto por su imagen, como por su comportamiento, hoja de vida, valores, visión, misión y propuestas.
El consultor político reflejó su preocupación ante el hecho de que las élites partidarias cometan el error de poner la misión de articular las boletas congresuales y municipales en manos de dirigentes que no puedan ver más allá de los sentimientos y deseos de los militantes y simpatizantes, y sobre todo, que una vez más apliquen la tradicional receta de reparto buscando equilibrio entre tendencias.
Precisó que la inmensa mayoría de los integrantes de las cúpulas de los partidos están deslegitimados tanto dentro de los simpatizantes de las organizaciones como dentro del colectivo social.
Adujo que el proceso electoral que se avecina, si el liderazgo partidario actúa con inteligencia de marketing, es una oportunidad para recuperar confianza en los partidos y en el sistema democrático, siempre y cuando se entienda que la misión de los estos debe ser escoger las propuestas que llenen las expectativas de los electores y que sean adecuadas para el proceso de desarrollo en que se encuentra inmerso el país.
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