RedacciónDajabón.- Protestas a favor y en contra se produjeron este viernes en la localidad de Juana Méndez (Haití), por el cierre de la frontera por parte de las autoridades haitianas, en represalia por el regreso voluntario de numerosos nacionales que no se acogieron al Plan de Regularización.
Miembros de la Policía de Haití en Juana Méndez acompañados de civiles armados de palos y piedras reprimieron a un grupo de comerciantes de esa nación que se manifestaron frente al portón fronterizo en contra de su cierre.
Sin embargo, otros haitianos que pronunciaron a favor de las medidas de las autoridades haitianas fueron protegidos.
“Nos dieron con palos, tubos y con los puños, nos acusaron de ser antipatriotas, nosotros no podemos vivir sin el mercado de República Dominicana”, declaró el comerciante haitiano Andreu Singer, uno de los agredidos por los civiles armados y agentes de la Policía de su país.
Ante la protesta, las autoridades de Juana Méndez dispusieron la reapertura de la puerta fronteriza, pero a los cinco minutos, por órdenes de la mayor superioridad fue cerrada.
Haitianos residentes en Juana Méndez dijeron que si el próximo lunes las autoridades no disponen la reapertura de la puerta que da acceso a Dajabón, protestarán en las calles aunque pongan en riesgos sus vidas.
De su lado, la haitiana Mantiná Senente Founé, denunció que este conflicto afecta directamente a los haitianos y dijo que desde hace días ha intentado cruzar a Dajabón para tratar una dolencia en el hospital público, pero ahora le exigen documentos.
“En los hospitales de Juana Méndez, Fort Liberté, Cabo Haitiano y de otros pueblos, solo atienden a las personas que acuden con recomendaciones de políticos, aquellas que no las tienen las echan a las calles como si fueran animales”, insistió Founé.
Sostuvo que por esa razón es que muchos haitianos visitan hospitales dominicanos en busca de asistencia médica, por qué se les ofrecen tratos humanitarios y sin pagar dinero alguno.
Sondra Pierre, de 46 años, refirió que su hija menor tiene ocho meses de embarazo y que se preparaba para dar a luz en el Hospital Regional José María Cabral y Báez de Santiago, pero las cosas se ha tornado difícil y culpa de ello al gobierno haitiano.
“Será buscar una comadrona porque en los hospitales de Haití, para las personas pobres que no tienen compadres, nunca hay médicos, equipos, medicamentos, ni nada y cuando se logra un internamiento el costo es bien elevado”, declaró.
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