RedacciónEl central catalán no entrenó este lunes junto a sus compañeros en la Ciudad Deportiva del club y se desplazó con el doctor Ricard Pruna a un centro médico para ser sometido a unas pruebas médicas, cuyo resultado no se dio a conocer y que mantendrán en alerta al entorno azulgrana hasta el martes, cuando se comunique la lista de convocados para el encuentro.
Presente en 20 de los 25 partidos que ha disputado el Barça desde que comenzó 2016, Piqué ha enlazado los últimos cuatro compromisos, tras descansar en la vuelta de Champions frente al Arsenal, y también tomó parte en los dos partidos amistosos de la selección española frente a Italia y Rumanía.
La duda entorno al jugador llega en el momento más inoportuno y es que a su indiscutible papel en el Barcelona se suman no solo la baja médica que comunicó el club de Vermaelen, sino, también, la ausencia por lesión de Mathieu y que en último caso provocaría que Luis Enrique solo pudiera contar con Bartra para hacer pareja de Mascherano en el campo del Atlético.
Piqué ya regresó tocado de San Sebastián, donde el Barça sufrió la segunda derrota consecutiva en la Liga, y el domingo descansó confiado en poder ejercitarse sin problemas el lunes, pero alertado por mantener dolor se comunicó con el jefe de los servicios médicos del club y, tras convenirlo con el entrenador acudió a realizarse las pruebas médicas.
La dificultad en la eliminatoria de Champions, donde el campeón defiende un ajustado 2-1 de la ida, y la inesperada igualdad que ha aparecido en la Liga, donde se ha pasado de una cómoda ventaja de ocho puntos sobre el Atlético y doce sobre el Real Madrid a solo tres y cuatro respectivamente, provoca que la recuperación del central se entienda poco menos que imprescindible, tanto para el partido del miércoles como de cara al del domingo ante el Valencia.
A estas alturas, los intocables son imprescindibles. Y entre ellos Gerard Piqué ocupa un espacio indiscutible.
Jordi Blanco
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