La surfista italiana Giulia Manfrini perdió la vida a los 36 años tras ser atacada por un pez aguja mientras practicaba dicha disciplina marítima en la isla Pulau Masokut, Indonesia. De acuerdo con los reportes de las autoridades, al atravesar una de las olas el pez impactó de manera intensa contra el pecho de la joven mujer.
La herida fue de cinco centímetros de profundidad, suficiente para provocar el fallecimiento de la surfista en pocos minutos. Los servicios de emergencia que la atendieron intentaron estabilizarla, no obstante, fue demasiado tarde y no pudieron hacer nada para evitar su muerte.
El pez aguja es uno de los animales marinos más peligrosos para el ser humano. La especie marina habita en las aguas templadas del océano Atlántico, el Mar Caribe, el Mediterráneo, el mar Negro y el mar del Norte. El pez aguja tiene el cuerpo alargado con dos mandíbulas, superior e inferior, extendidas en un largo pico rellenado con afilados dientes.
EL PEZ AGUJA NO ES AGRESIVO
“La criatura puede elevarse de la superficie del agua a unos 60 kilómetros por hora (km/h), considerando a los usuarios que se encuentran en las proximidades de la costa como meros obstáculos a los que ataca con su pico, provocando heridas de gravedad en ciertos casos”, explica el medio español El Confidencial.
El pez aguja no es agresivo, solamente que usa la fuerza para sobrepasar “obstáculos” en su camino, por ello la forma en que se conduce ha provocado numerosos casos donde los humanos han sufrido daños graves cuando se encuentran con esta especie marítima.
“Entre las víctimas, los usuarios más comunes son pescadores y buceadores, los cuales presentan dolencias debido a que los dientes del animal quedan incrustados en el cuerpo de los afectados”, indica el mismo medio.
Las aletas dorsal y anal se encuentran en posición posterior, las aletas pélvicas están situadas en posición abdominal y las aletas pectorales son muy cortas. Algunas especies de agua dulce no alcanzan más de 7 centímetros de longitud, mientras que las especies de mar pueden llegar a medir hasta 2 metros.
Manfrini contaba con más de 20,000 seguidores en redes sociales que a través de sus cuentas conocían de sus múltiples viajes para practicar surf en todo el planeta.
Tras la muerte de la famosa surfista, uno de los primeros en pronunciarse fue Fabio Giulivi, alcalde de Venaria, la ciudad italiana donde Manfrini nació y creció. “Toda la comunidad de Venaria está cerca de la familia de Giulia. Su muerte nos ha dejado conmocionados y nos hace sentir impotentes ante la tragedia que la arrebató tan prematuramente de la vida”, dijo.
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