Ordenan arrestar escritor y diplomático mexicano Andrés Roemer por violación

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) obtuvo una orden de aprehensión contra el escritor y diplomático Andrés Roemer por el delito de violación. La orden se giró derivada de una denuncia presentada en marzo, en la que la víctima lo acusó del delito de violación.

La orden llega 70 días después de que anunció que abría una carpeta de investigación por las denuncias públicas en redes sociales por acoso y diversos actos de violencia sexual, y cuando según un nuevo testimonio, ya no está en México y se fue a vivir a Israel.

Además, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda dijo que a petición de las autoridades se bloquearon las cuentas de Roemer, por lavado de dinero.

El 23 de febrero pasado se reveló que la Fiscalía de Delitos Sexuales había abierto una carpeta de investigación del caso por “noticia criminal”, es decir, al darse a conocer en redes testimonios que apuntaban a que se había cometido un delito.

Para ese momento, se habían publicado más de 10 historias, anónimas o con nombre, a través de la cuenta de Twitter de la colectiva Periodistas Unidas Mexicanas (PUM), después de que el 15 de febrero la bailarina Itzel Schnaas difundiera un video de casi 7 minutos en el que detalló su propia experiencia de abuso sexual por parte del escritor, que con el pretexto de darle espacio a sus proyectos en el festival Ciudad de las Ideas, la citó con engaños en su casa de la colonia Roma, la llevó a una sala de cine ubicada en el sótano, la tocó sin su consentimiento y se masturbó frente a ella.

Schnaas cuenta en entrevista con Animal Político que ella se enteró por los medios de que se había abierto dicha carpeta y que había una invitación abierta a ir a declarar. Entonces con otra de las víctimas que había dado su testimonio a la revista Quién y ya la había contactado, Fernanda Lascurain, acudieron a asesorarse a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), que les recomendó presentarse en el búnker de la Fiscalía y así lo hicieron.

A principios de marzo, ya varias víctimas se habían logrado comunicar entre ellas para explorar la posibilidad de asesorarse legalmente juntas. Aunque en algunos medios se dijo que ya había más denuncias presentadas, ninguna de ellas había actuado todavía.

“A partir de ahí, más bien poco a poco las víctimas, que no nos conocíamos, no sabíamos nada la una de la otra, nos fuimos poniendo en contacto para pensar en hacer una denuncia colectiva. Creo que se estaba construyendo la voz de la denuncia, las ganas de denunciar, pero al miedo tiempo el miedo, el hacer algo que no estaba en los planes de nadie, que las asaltó de repente, pero que también tenían la necesidad gigantesca de hablar, de encontrar consuelo, creo”, cuenta.

En esos contactos y esa búsqueda consiguieron dos posibilidades de abogados, unas optaron por una opción, otras por la otra, y hubo quienes siguieron por sus propios medios.

Influye también que aunque los testimonios del modus operandi del presunto agresor son muy similares, al ofrecerles trabajo, hacer una cita en un lugar cercano a su casa, después cambiar los planes para tenerlas en su casa y ahí agredirlas, hay distintos niveles de violencia.

En el caso de Schnaas, se tipifica como abuso sexual, lo cual no implicaría prisión, que sí se dicta cuando se trata de violación. Pero para fortalecer la denuncia, explica, se incluyó la privación de su libertad, al haberla encerrado en la sala de cine.

“También es importante decir que el equipo legal y de derechos humanos y género que ha estado respaldando a cada una de las víctimas ha tenido que generar estrategias para poder acceder a la justicia”, dice.

Hasta donde Schnaas sabe, al menos 10 víctimas ya acudieron a declarar y presentar sus casos, dos de ellas de forma independiente, las otras con alguna de las opciones de abogados que buscaron juntas, y había otras tres o cuatro que también se sumarían a las demandas formales.

Más de dos meses después de la primera denuncia

No era la primera vez que se denunciaba públicamente a Roemer. En marzo de 2019, durante el movimiento #MeToo en México, Periodistas Unidas Mexicanas (PUM) publicó tres denuncias anónimas de abuso y acoso sexual.

Dos años después, el 15 de febrero pasado, fue cuando Itzel Schnaas publicó el video contando su experiencia, ocurrida poco más de un año atrás.

El Motín

Agregar comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.