El temor a que un asteroide impacte contra la Tierra ha vuelto a manifestarse en las últimas horas en todo el mundo. El causante es el YR4, un cuerpo de alrededor de 100 metros de ancho que podría impactar contra la Tierra en menos de 7 años. Las autoridades espaciales de defensa planetaria ya están moviendo ficha para proteger al planeta de esta amenaza, y entre ellas se encuentra la ONU, que ha activado por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria para responder ante este peligro.
Este Protocolo de Seguridad Planetaria consiste en un conjunto de mecanismos y pautas a seguir para preparar al planeta de cara a un posible impacto de un asteroide. Una de sus primeras medidas implica la reunión tanto del Grupo Internacional de Expertos por la parte de la NASA y de los astrónomos y expertos espaciales de la ESA. La activación ha sido gracias a las últimas estimaciones de la Agencia Espacial Europea, que han elevado ligeramente la probabilidad de impacto con la Tierra.
En un primer momento tras el descubrimiento del cuerpo 2024 YR4, la estimación de impacto era de alrededor de un 1%. Tras una serie de cálculos emitidos por la ESA, dicha probabilidad ha aumentado hasta un 1,6%. Junto a este porcentaje, la agencia ha publicado una fecha estimada de impacto potencial: el 22 de diciembre de 2032, lo que ha llevado a que la ESA intente calmar la situación. Así, aseguran que el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG) seguirá monitoreando la situación para actualizar de forma periódica el porcentaje de impacto de 2024 YR4.
La ONU activa el Protocolo de Seguridad Planetaria
Ya en aquel momento, se estimó que la probabilidad de impacto del asteroide en cuestión, asociado como objeto NEO (Near Earth Objects) era del 1%, lo que causó que 2024 YR4 consiguiera puestos importantes en las listas de riesgo de impacto, como las listas Sentry o las escalas de riesgo de impacto de Turin. En este sentido, 2024 YR4 consiguió elevarse al puesto tres de la lista Turin, que incluye objetos merecedores de atención por parte de los astrónomos.
Los astrónomos advirtieron que a medida que la fecha del posible impacto se acercase, el porcentaje variaría al rastrear mejor su órbita. La ESA sin ir más lejos ha elevado la probabilidad de impacto a un valor superior al 1% en algún momento de los próximos 50 años. «Por lo tanto, cumple con todos los criterios necesarios para activar los dos grupos de reacción ante asteroides aprobados por la ONU», relata la ESA.
Estos dos grupos incluyen la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) gestionada por la NASA y el Grupo sesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), de la ESA. Este último grupo se encarga, según la ESA, de coordinar las respuestas internacionales ante cualquier asteroide que cumpla ciertas condiciones, como tener más de 50 metros de diámetro y una probabilidad superior al 1% de impactar contra la tierra. De ahí que este grupo ya se encuentre revisando con lupa la situación.
El SMPAG, expone la ESA, se reunirá nuevamente a finales de abril o principios de mayo cuando el asteroide desaparezca de la vista para reevaluar la situación, «o antes en el improbable caso de que el riesgo de impacto aumente significativamente». En caso de que tanto el diámetro del asteroide como su probabilidad se mantengan en sus valores ya mencionados, el SMPAG emitirá «una recomendación sobre las medidas adicionales a tomar por la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA).
No obstante, cabe recalcar que si bien la activación de todos estos protocolos puede generar temor, la probabilidad sigue siendo increíblemente baja. Según ha expuesto Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria en la ESA, la probabilidad de impacto sigue siendo de un 1,5%, lo que deja una probabilidad del 98,5% de que YR4 no acabe estrellándose contra la Tierra.
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