El oficialismo ecuatoriano, vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 2 de abril, celebró hoy una «concentración por la paz y la alegría, en defensa de la democracia» y reiteró su compromiso de trabajar por los más pobres de la nación, gobernada hace una década por el movimiento Alianza País (AP).
Tras agradecer a miles de seguidores reunidos en una avenida en el centro norte de Quito, Lenín Moreno se refirió al programa «Toda una vida» que mencionó en la campaña electoral, que contempla acciones en beneficio de los sectores más vulnerables.
Entre las acciones mencionó apoyo al sector agrícola, a las mujeres embarazadas, al estudio de los jóvenes, el cuidado de los ancianos y reiteró su oferta de construir 325.000 viviendas.
Destacó el trabajo del jefe de Estado, Rafael Correa, durante la última década, le agradeció públicamente por dejar «el camino trazado» y comentó que le deja un reto «inmenso».
«La vara dejada en un punto nuevo está bastante alta», indicó y agregó que tienen una «responsabilidad inmensa» que la cumplirán -dijo- en compañía del actual vicepresidente, Jorge Glas, que repetirá el cargo para el que fue reelegido el pasado 2 de abril, cuando venció el binomio oficialista.
Tras resolver varias impugnaciones e incluso el recuento de más de 1,2 millones de votos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) señaló esta semana que Moreno recibió el apoyo de 5.062.018 votantes y su opositor Guillermo Lasso, 4.833.389 sufragios, en tanto que 69.436 votaron en blanco y 670.731 anularon.
El recuento de esta semana sobre 3.865 actas que presentaban supuestas irregularidades y solicitado tanto por AP (de izquierda) como por el movimiento opositor Creando Oportunidades (CREO, centroderecha) aumentó a 51,16 % los votantes que eligieron a Moreno frente al 48,84 % que escogió a Lasso.
El movimiento CREO ha mostrado su disconformidad con el proceso pues pedía el recuento de todos los votos de los comicios del día 2, y en las últimas horas, Andrés Páez, excandidato a la Vicepresidencia en fórmula con Lasso, informó de una nueva acción legal interpuesta.
«Ya presenté el recurso de NULIDAD del proceso electoral fraudulento del 2 de abril último», escribió en su cuenta de Twitter sin profundizar en detalles.
Durante la concentración de AP, Correa criticó la actuación de la oposición durante el proceso electoral, pidió que «aprendan a perder» y dijo que no permitirán que «malos perdedores» deslegitimen el triunfo de Moreno.
Correa recordó que los dos últimos años, Ecuador ha atravesado situaciones económicas difíciles, entre otros, por la caída del precio del petróleo en el mercado internacional, por al apreciación del dólar y por la reducción de las exportaciones.
Recordó, además, los efectos del terremoto de magnitud 7,8 ocurrido en abril de 2016, que segó la vida de unas 670 personas y dejó millonarias pérdidas, pero destacó que su administración superó lo que llamó «la tormenta perfecta», sin afectar «a los más pobres».
«El próximo 24 de mayo entregaré una economía en crecimiento y estabilizada», puntualizó el gobernante que reconoció que las dificultades atravesadas afectaron la calidad del empleo.
Correa, que asumió el poder en 2007, se declaró «muy optimista de que lo más duro ha pasado» y afirmó que hay «muchas inversiones» que esperaban el resultado de las elecciones.
Glas enfatizó en el avance en infraestructuras, pero comentó que «todavía falta mucho por construir» y subrayó que en la nueva administración seguirá con el cambio de la matriz productiva.
«Vamos a trabajar para exportar energía a otros países. Seremos el corazón energético de toda América del Sur y, probablemente, de Centroamérica», dijo Glas al señalar que buscarán, además, la «erradicación total de la pobreza extrema».
Moreno opinó que los sectores más pobres «saben perfectamente» que les representa el Gobierno de la Revolución Ciudadana, como se llama el proyecto político de AP.
Según él, «la gente adinerada, la gente con poder social y económico tiene quién los represente, quién los defienda. Siempre están atentos medios de comunicación, poderes nacionales y extranjeros, siempre están atentos los poderes fácticos para dales su respaldo», indicó.
«El pueblo no. El pueblo no tiene quién le defienda si no elige mandatarios honestos, decididos a transformar su condición», apuntó mientras sus simpatizantes coreaban «Lenín es pueblo».
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