La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) exhortó este lunes a tener un comportamiento ético en la sociedad para enfrentar retos como el tráfico y consumo de drogas, la impunidad, la corrupción, así como las elecciones de 2020 y la inmigración, entre otros temas de interés nacional.
Mediante un comunicado, los obispos en su tradicional mensaje emitido cada año con motivo del aniversario de la Independencia nacional, que se celebra el próximo 27 de febrero.
En el documento invitan a la ciudadanía a acoger los principios rectores propuestos en la Ley de Función Pública como la cortesía, decoro, discreción, disciplina, honestidad, vocación de justicia, lealtad, probidad, pulcritud y vocación de servicio.
«Reiteramos la necesidad de que nuestra sociedad se oriente de manera inminente por el camino de la institucionalidad, el bien común, el respeto, la responsabilidad y el orden», expresaron.
Sobre las elecciones del año 2020 opinan que hace falta dar «mayor participación» a los jóvenes en el ámbito político y laboral, así como otorgarles oportunidades para promocionar iniciativas que impulsen el emprendimiento.
Al referirse a la impunidad, insisten en que «debe haber consecuencias contra aquellos que cometen irregularidades y delitos», para lo cual se necesitan «jueces probos cuyos fallos reflejen la sana administración de la Justicia, que sean imparciales y no determinados por sobornos».
En cuanto a la corrupción en instituciones públicas y privadas, los prelados demandan «personas transparentes en la administración de los fondos públicos y en sus obligaciones tributarias a nivel privado».
En torno a la inmigración, la CED explica que «mientras el Estado está obligado a fortalecer la aplicación de las leyes migratorias en el país, tomando en cuenta las irregularidades existentes en la frontera dominicano-haitiana, la Iglesia tiene como misión llevar la buena nueva a todos».
Es «indiscutible la ayuda que como dominicanos hemos dado y seguiremos dando a Haití», reiteraron.
Y llaman a «la solidaridad de la comunidad internacional, sobre todo de las naciones ricas y poderosas» para que ayuden al país más pobre de América, al tiempo que insta a Haití a asumir su responsabilidad.
Con relación al tráfico y consumo de drogas, señalan que los últimos acontecimientos «confirman que este mal afecta gravemente a la familia, provocando crisis a sus miembros», motivo por el cual llaman a las autoridades a fortalecer la lucha contra este flagelo.
De otra parte, los obispos insistieron en rechazar los abortos, feminicidios, homicidios y suicidios, y demandaron con urgencia crear conciencia en la población sobre el respeto a la mujer.
Solicitaron a todos los estamentos de la sociedad que «asumamos la tarea de vivir y educar de acuerdo a la ética y con los valores de la honestidad, equidad, verdad, trabajo, responsabilidad, respeto, solidaridad, fraternidad, justicia, hospitalidad y amor a la familia», ya que «el país es de todos y todos somos responsables de su buena o mala marcha».