RedacciónBARCELONA — Josep María Bartomeu rompió su silencio cinco días después de que se conociera oficialmente la salida de Neymar con destino al PSG. Al cabo de tres semanas de que estallase el asunto. Solo durante una entrevista en Miami al programa ‘Jorge Ramos y su Banda’ en Miami se refirió de pasada el presidente a Ney admitiendo, por primera vez, su posible salida. “Queremos que se quede, pero existe esa cláusula de rescisión…” convino a media voz. Este lunes ya habló de Neymar en voz alta. Y clara.
“Ningún jugador está por encima del club y sus formas no fueron las mejores”, proclamó Bartomeu en el Congreso de Peñas del Barcelona, desde un atril en el que utilizó parte de su parlamento para cargar contra Neymar, a quien consideró ya “pasado” en el Barça.
“Neymar ha formado parte de nuestro club pero hoy ya es historia. La decisión fue suya pese a que hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para que se quedase”, señaló el presidente azulgrana, regalándose a si mismo ante un público entregado que no le hizo ni un solo reproche.
“Respetamos su decisión final aunque, claro, no la compartimos… Todo tiene un límite y ningún jugador, ninguno, está por encima del Barça. Somos un club con 118 años de historia, con grandísimos jugadores y con más de 140.000 socios”, solventó Bartomeu, aplaudido por los peñistas y lanzado en su discurso.
“El club es de los socios, es nuestro… No de un jeque o un oligarca”, remató orgulloso y en un mensaje directo hacia París y el mundo entero el presidente azulgrana, quien anunció que los 222 millones de euros ingresados por la marcha de Neymar al PSG “servirá para mejorar nuestro patrimonio, con seny”, en una declaración de intenciones sospechosa de anunciar en un futuro próximo la decisión de la directiva respecto a utilizar parte de ese capital en la renovación del estadio y la construcción del Espai Barça.
“Con esta cláusula tenemos todas las garantías de fichar”, avisó, sin embargo, para apartar del plano esa sospecha patrimonial, y antes de volver sobre su discurso anterior para descalificar a Neymar. “Las formas no son las que debe usar un jugador nuestro”, explicó antes de destacar que la decisión final “fuera la que fuese era buena para el Barça porque si se quedaba manteníamos a un gran futbolista y si se marchaba ingresábamos una gran cantidad”.
Con la platea entregada a sus palabras, Bartomeu aprovechó para comparar a Neymar con Messi. Y con Iniesta, destacando las formas de ambos con el Barça en contrapartida al carácter mercenario del brasileño. “El compromiso de fidelidad de Messi debe ser un ejemplo, o también el de Iniesta”, mantuvo el dirigente, quien acabó el tema reconociendo que el club “ya trabaja para buscar sus sustitutos. Prevenimos que Neymar podía marcharse y por eso le subimos la cláusula…”.
Aplaudido sin fisuras, Bartomeu dio su explicación, a su manera, de todo lo sucedido con Neymar en las últimas semanas. Aprovechó para descalificarlo… Pero sin ir más allá de lo aconsejable. Probablemente porque en el club, en el Barcelona, se entiende y se sospecha que no sería demasiado agradable y menos aún favorable entablar una guerra abierta con el brasileño.
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