Nacho Vidal, del trono del porno a los rituales místicos

ABC

Nadie se atrevería a discutir que fue el rey del porno durante más de dos décadas. Pero en los últimos años el mito de Nacho Vidal ha estado más ligado a los escándalos que el conocido actor ha protagonizado fuera de los focos que a su faceta profesional. Su detención por homicidio imprudente la semana pasada es solo el último episodio de un extenso historial judicial.

Siendo niño, Ignacio Jordá (46 años) se trasladó de Mataró a la vivienda de Enguera que tuvo el sueño de convertir en una especie de casa Playboy valenciana y en la que murió el fotógrafo de moda José Luis Abad tras inhalar vapores de veneno de sapo el pasado mes de julio.

El uso del DMT, una sustancia apodada como «la molécula de Dios» por sus potentes efectos alucinógenos, se ha extendido por todo el mundo en rituales de sanación, aunque Vidal –en libertad con cargos– explicó a la juez que el fallecimiento de Abad fue un accidente y negó ser ningún chaman.

La grabación en vídeo del rito al completo –al que Abad se habría sometido voluntariamente para acabar con sus adicciones– constituye la prueba clave que precipitó, tras once meses de investigación, la llamada operación «Yurta». De hecho, recibe este nombre por la vivienda mongola instalada en el jardín de la misma casa en la que Vidal, junto a los otros dos detenidos, realizaba estas ceremonias de origen mexicano.

No es la primera vez que la trayectoria de este miembro de la Legión que se pasó al porno a los veinte años para sacar a su novia de la prostitución se cruza con la justicia. En 2007 pasó dos noches en los calabozos acusado de malos tratos en plena Gran Vía de Madrid por su entonces pareja, que más tarde retiró la denuncia.

El actor, director y productor de cine para adultos se vio envuelto un lustro después en una operación contra la mafia china. Vidal fue detenido en el conocido como Caso Emperador por ofrecer, presuntamente, su productora al empresario Gao Ping para blanquear dinero.

Pendiente todavía del juicio de una trama corrupta que salpicó a más de cien empresarios y políticos, consiguió el segundo puesto en Supervivientes 2015, un reality marcado por las fuertes discusiones que protagonizaba con sus compañeros y que le obligaron a abandonar temporalmente el concurso.

Síndrome de Reiter

Sus últimas polémicas pasan por la denuncia que presentó contra un médico en Bogotá al que acusaba de abusos sexuales –según su versión, al acceder a la consulta, el sanitario le hizo bajarse los pantalones y lo sometió a tocamientos tras explicarle que le dolía un oído– y su falso positivo en VIH.

Vidal se vió obligado a admitir que la patología que realmente padece es el Síndrome de Reiter, un tipo de artritis que guarda relación con otras enfermedades de transmisión sexual, como la Gonorrea o la Clamídia y que le ha obligado a retirarse del porno tras cerca de mil películas a sus espaldas. Desde entonces se ha centrado en su familia –tiene tres hijos de dos relaciones–, y ha ayudado a visibilizar el drama de los menores trans, con el ejemplo de su propia hija.

Poco se sabe de su experiencia con el veneno de sapo salvo que –según su relato– le ayudó a superar sus adicciones tras una primera toma de contacto en Ibiza hace unos años: «Desconecté de una manera increíble. No sé adónde me fui ni el tiempo que pasó».

El Motín

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