Messi lleva 36 partidos al hilo

 

BARCELONA — A Leo Messi no hay quien lo detenga. El futbolista argentino regresó por anticipado de sus vacaciones de verano para ponerse a las órdenes de Luis Enrique y, lejos de realizar una pretemporada al uso, a los cuatro días ya debutaba en el Gamper. Y desde entonces no ha parado, hasta el punto de haber disputado, completos, los cuatro primeros partidos oficiales de la temporada.

En el vestuario, entre el cuerpo técnico liderado por Luis Enrique y los servicios médicos, comienza a instalarse la sensación de que después de haber comenzado el curso a todo ritmo y a la vista de que en las próximas semanas, en caso de no surgir ningún inconveniente, seguirá por el mismo camino, sería aconsejable un pequeño parón. Un descanso de por lo menos un partido antes de que acabe el mes de septiembre. Falta convencer al jugador… Que no es fácil.

Nadie juega tanto como Messi, quien hace buena la sentencia que un día proclamó Pep Guardiola afirmando que para Leo “el mejor entrenamiento es un partido de futbol”. Así se entiende que el argentino no sólo lleve disputados los 360 minutos oficiales de esta campaña, sino que acumule una marca que se adivina estratosférica.

Y es que la Pulga lleva a sus espaldas los últimos 36 encuentros oficiales del Barça, habiéndolos disputados enteros desde el 18 de enero, cuando en la última jornada de la primera vuelta liguera de la pasada campaña anotó un hat-trick en Riazor en la victoria (0-4) del Barça.

Aquel choque en La Coruña ante el Deportivo se disputó exactamente 14 días después de la alarmante derrota en Anoeta ante la Real Sociedad, el 4 de enero de 2015 que dio paso a una crisis que provocó desde el despido de Zubizarreta y hasta el anuncio de elecciones de Bartomeu, que desembocó en un conflicto entre Messi y Luis Enrique por su suplencia en San Sebastián con la ausencia del jugador de un entrenamiento ‘de puertas abiertas’ y la intervención de los capitanes, Xavi a la cabeza, para evitar que la guerra entre técnico y crack hiciera saltar por los aires el vestuario.

Todo cambió desde aquel día. Messi volvió al once ante el Elche en la Copa con un gol, lideró el vital triunfo liguero ante el Atlético el 11 de enero, con la famosa foto celebrando abrazado a Neymar y Suárez en todas las portadas, y después de que Luis Enrique le diera descanso en la vuelta copera en Elche regresó al once azulgrana. Para no volver a salir de él.

¿DESCANSO?
Titular en La Coruña en la jornada 19 de la pasada Liga y titular en San Mamés en la primera jornada de este campeonato, Leo acumula ya 36 encuentros oficiales consecutivos y completos con el Barça, todos los disputados, siendo el futbolista más utilizado por el entrenador.

Los 3 mil 270 minutos que ha disputado le han dado para marcar 36 goles (curiosamente uno por partido de media y tras errar el penalti lanzado en Bilbao) y conquistar cuatro de los cinco títulos en disputa.

Nada hace suponer que el próximo sábado, ante el Málaga y en el Camp Nou, Leo no dispute igualmente todo el encuentro completo porque es una evidencia que es él, en primera persona, quien decide cuándo juega y lo que juega, manteniéndose al margen, hasta cierto punto, de las órdenes de Luis Enrique, quien en enero comprendió que el crack argentino es un caso aparte en el vestuario. En cualquier vestuario.

Tras el partido frente al Málaga regresará a la selección, al grupo de Gerardo Martino, para disputar dos amistosos y se reincorporará después a la disciplina azulgrana con vistas a la visita al Atlético de Madrid en la tercera jornada de Liga.

Es en todo este embrollo de partidos que entre el cuerpo técnico se plantea la posibilidad de deslizarle a la Pulga la posibilidad de quedar fuera de algún partido, quién sabe si en el siguiente compromiso liguero en el Camp Nou, el 20 de septiembre frente al Levante.

 

Jordi Blanco

Redacción

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