Más de 130 mil pinos serán eliminados en la Sierra por plaga de escarabajos

Una plaga de escarabajos sigue destruyendo los pinares ubicados en el municipio San José de las Matas, e incluso ocho focos fueron identificados en el parque nacional J. Armando Bermúdez, pero fueron controlados a tiempo y se evitó su expansión, según las autoridades.

Inmaculada Adames, directora ejecutiva del Plan Sierra, informó que en los próximos días se sumarán 20 brigadas para completar 46 las que trabajarán de manera constante y persistente en el ataque contra el insecto.

“Desde hace varios meses tenemos un ataque intenso y atípico del escarabajo del pino que nos ha obligado talar 30 mil árboles y esperamos llegar a 130 mil dentro de 100 días, que es cuando contemplamos controlarlo por completo”, subrayó Adames.

Informó que el Plan Sierra conjuntamente con el Ministerio de Medio Ambiente y de Agricultura están coordinando las acciones para enfrentar la plaga, empleando los mecanismos y técnicas adecuadas en este caso.

“La situación no se ha podido controlar debido a la prolongada sequía, lo cual ayuda a la reproducción rápida del insecto en los pinares”, puntualizó Adames, tras anunciar que además de los recursos recibidos del gobierno, disponen de facilidades por 50 millones de pesos otorgadas por el Banco Popular.

Alfredo Jiménez, coordinador del programa de investigación y desarrollo del Plan Sierra, informó que para atrapar los insectos se utilizan más de 150 trampas en las fincas, pero que en las mismas se hace difícil atrapar a las hembras, porque casi siempre quienes caen son los machos.

“En 25 días se reproducen millares de esos insectos, ya que luego de copular la hembra pone hasta 300 huevos”, explicó Jiménez.

El escarabajo ataca todas las plantaciones de pinos, sin importar su tamaño o edad.

“Si esto sigue así en la sierra nos quedaremos sin árboles y sin agua”, comentó Juan Antonio Peralta, residente en la sección El Mamey.

Otras comunidades donde se han detectado focos importantes del escarabajo son los Montones, Celestina, Inoa, así como en Constanza y Jarabacoa.

Luego de cortados los árboles, las autoridades de Medio Ambiente y el Plan Sierra otorgan un permiso o carta de ruta a los dueños de las fincas para que puedan comercializar la madera.

Redacción