El presidente venezolano, Nicolás Maduro, viajó a China a buscar un apoyo financiero que le permita paliar la caída de los ingresos petroleros, mientras los venezolanos están a la expectativa de ajustes económicos que podrían incluir otra devaluación del bolívar.
Inflación, alto costo de la vida y escasez de casi un tercio de los productos básicos preocupan a los venezolanos que padecieron los rigores de una economía en recesión durante 2014, y que ahora esperan por «el nuevo sistema cambiario» que Maduro anunció el pasado 30 de diciembre.
«La situación que estamos viviendo en el país se debe a las malas políticas de tantos años (…) Nos tienen desde el año pasado hablándonos de medidas (…) que ni siquiera sabemos a qué se van a dirigir y mucho menos cómo nos afectarán», explica a la AFP Jacqueline de Velásquez, en el asiento trasero de un taxi en el este de Caracas.
En este país con control de cambio desde 2003, los economistas prevén que el gobierno recurra a una nueva devaluación para enfrentar la drástica caída del petróleo -que provee 96% de las divisas del país con las mayores reservas de crudo del mundo- y cuyo precio cayó a la mitad en 2014, cotizándose actualmente en $47,05 por barril.
El aumento del precio del dólar oficial en la economía venezolana previsiblemente se traduzca en alzas de precios, por la dependencia del país petrolero de la importación de alimentos y medicinas, entre otros rubros.
Según cálculos oficiales, la inflación cerrará 2014 en 64%, mientras que varias consultoras afirman que Venezuela, ya técnicamente en recesión, enfrenta un déficit fiscal de más del 20% del PIB.
Antes de ejecutar los ajustes en su país, Maduro inició este lunes una gira con una primera parada en Rusia para después dirigirse el martes a China, que ya ha acordado préstamos a largo plazo por 42.000 millones de dólares para el país caribeño, de los que se han pagado al menos 24.000 millones, según informaciones oficiales.
Se espera que el heredero político del fallecido Hugo Chávez busque en Pekín recursos frescos que le ayuden a sortear un año en que tendrá elecciones legislativas, cuando su popularidad llega apenas a 22,6%, según una encuesta de la consultora Datanálisis elaborada en diciembre pasado.
«Las necesidades de financiamiento de Venezuela son mayores a 20.000 millones de dólares en 2015», asegura a la AFP el economista Asdrúbal Oliveros.
Según él, uno de los préstamos chinos a cambio de petróleo venezolano por 4.000 millones de dólares debía renovarse casi con seguridad en febrero, lo que hace pensar que el mandatario venezolano «aspira a obtener más recursos que la renovación de esa línea de crédito».
No obstante, Oliveros advierte que «China se ha mantenido escéptica» en ampliar esa ayuda por «el uso y la transparencia con que se manejan esos recursos, por el incumplimiento venezolano en los despachos de crudo y por la falta de un plan estructurado de ajuste económico, claramente necesario en la coyuntura actual».
Maduro también se reunirá en esta gira con varios representantes de países de la OPEP, ante la cual su país defiende un recorte de producción de crudo que incida en los precios, lobby que ya fracasó en la reunión del cartel de diciembre pasado.
– Costo político –
La crisis se refleja en que 86% de la población considera negativa la situación del país, lo que incluso está restando adeptos al chavismo, indica Datanálisis.
La lentitud en la respuesta del gobierno hace pensar que desea evitar el costo político de medidas recomendadas por muchos economistas, algunas de ellas impopulares, como la devaluación, ajustes del precio de algunos productos controlados o el aumento de la gasolina, la más barata del mundo.
Ángel Montilla, dependiente de una estación de gasolina del este de Caracas, considera irrisorio el contraste entre el precio del combustible, de USD 0,015 por litro, con respecto al de cualquier producto básico como el agua mineral, que cuesta USD 2 por litro al cambio oficial.
«La gasolina la regalan, ¡pero con todo lo demás te roban! ¿Qué haces con la gasolina tan regalada si la comida está carísima? Estamos quebrados, ¡qué vamos a hacer!», exclama.
De las medidas cambiarias anunciadas, hasta este martes sólo se ha conocido una modificación por la cual la estatal Petróleos de Venezuela podrá vender las divisas obtenidas por exportaciones en convenios de suministro como Petrocaribe, a tasas de cambio más altas.
Maduro anunció estos días otras medidas económicas, como la creación de un Fondo Estratégico de Reservas en moneda local con 100.000 millones de bolívares, la creación de nuevos organismos para el control de la distribución de los productos básicos y la reactivación de los peajes en las carreteras.
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