Los Knicks viviendo una terrible pesadilla

Por Adry Torres

NUEVA YORK – José Calderón arribó a la Gran Manzana con la fe y esperanza de ser parte del resurgimiento de los New York Knicks.

Tras sufrir su decimocuarto revés consecutivo la noche del jueves, la expresión de su rostro demostraba nada más que la decepción de un veterano que nunca en sus sueños anticipó la pésima sensación que hoy continúan experimentando.

Frente a una audencia televisiva nacional y un conjunto de los Houston Rockets, que 24 horas antes habían luchado hasta la recta final para vencer a los Cleveland Cavaliers, Nueva York continuó su rutina normal, perdiendo por marcador de 120-96 mientras que le dio más vida a la peor cadena de derrotas en la historia de la franquicia.

Sin lugar a dudas, las lesiones han agotado el equipo que de nuevo estuvo sin su máximo anotador, Carmelo Anthony, Amar’e Stoudemire y Andrea Bargnani, el italiano cuyas varias lesiones lo han limitado a sólo un partido, ni eso, sólo 107 segundos, de los 39 partidos que los Knicks han celebrado esta temporada. El canje que envió a Iman Shumpert y J.R. Smith prácticamente le sacó el aire a un camerino que quiso creer que estaba trabajando diariamente para encontrar la forma de cavar de ese agujero que empeoró su balance a 5-34, el peor récord de la NBA.

Sin contar a los veteranos Calderón y el argentino Pablo Prigioni y Jason Smith, el resto del plantel activo de los Knicks más o menos reflejaba un equipo de la liga de verano de Las Vegas donde participan los neoyorquinos.

Houston inició la segunda mitad con un parcial de 12-5 para ampliar su ventaja a 68-47 restando 9:32. Desencantado con el desempeño que expuso su quinteto titular durante ese tramo, el entrenador Derek Fisher pidió un tiempo libre y relegó al trío de Calderón, Prigioni y Tim Hardaway Jr. a la banca para el resto de la noche.

Calderón terminó la noche sin anotar un punto en 21 minutos, lo que catalogó como su peor partido en su carrera. En 26 partidos, ha acumulado un promedio de 9.3 puntos, 4.3 asistencias y ha encestando 40.8 por ciento de goles de campo y 41.5 de los triples que ha intentado. «Hay días que juegas mejores y peores. Es duro pero hay que seguir trabajando», afirmaba el desalentado español en un breve aparte con ESPNDeportes.com.

Los elogios que ofrecía el presidente Phil Jackson aquella tarde antes que los medios locales conocieran a Calderon son algo del ayer para un jugador que había cumplido un buen papel con los Dallas Mavericks la temporada pasada donde pasó a la postemporada por primera vez en seis años.

«Seguro que no», acentuaba el veterano de nueve campañas cuando se le preguntaba si en algún momento pensó que la situación iba lucir como actualmente parecia. «Nadie esperaba algo así».

Por lo tanto el nivel de decepción seguirá aumentando. El calendario aún todavía indica que quedan 43 partidos por jugar. No existe una marmota que salga de su madriguera y termine esta pesadilla más temprano que nunca.

«Mentalmente es duro pero tenemos que ser profesionales y simplemente seguir jugando y trabajando duro», apuntó Calderón. «Sólo tenemos que ser mejores como equipo y como compañeros».

Bienvenido Carmona JR

Agregar comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.