Nueva York, 22 dic (EFE).- Los policías de Nueva York han recibido instrucciones adicionales para extremar la alerta y aumentar sus precauciones después de que dos agentes fueron asesinados a sangre fría el pasado sábado.
Según informes difundidos hoy por medios locales, las instrucciones han sido dadas por sindicatos policiales y se suman a otras anteriores dadas a conocer el domingo por el Departamento de la Policía de Nueva York.
Los agentes Rafael Ramos y Wenjian Liu fueron asesinados el sábado en el distrito neoyorquino de Brooklyn por Ismaaiyl Brinsley, quien horas antes había herido de bala a una antigua novia en la ciudad de Baltimore.
En mensajes colocados en redes sociales, el atacante, de raza negra, dijo que el asesinato de los dos agentes estaba vinculado con la muerte de dos afroamericanos, Eric Garner y Michael Brown, el primero en Nueva York y el segundo en el estado de Misuri.
Las muertes de Garner y Brown, en ambos casos a manos de agentes policiales, generaron numerosas protestas en Estados Unidos, especialmente después de que quedara descartada la posibilidad de procesar penalmente a los policías involucrados.
El sindicato que agrupa a los patrulleros de la policía ha pedido a sus afiliados que respondan a las llamadas de radio con dos vehículos «al margen de la opinión del supervisor de la patrulla».
La Asociación Benéfica de Patrulleros también sugiere que no se hagan detenciones «a no ser que sea absolutamente necesario».
La asociación que agrupa a los detectives, por su parte, les ha pedido que salgan a la calle en grupos de tres y que usen chalecos antibala, e instrucciones parecidas han distribuido las asociaciones que agrupan a los sargentos y a los tenientes de la Policía.
Ya desde el domingo, el Departamento de Policía de Nueva York ordenó a todos sus agentes que siempre que salgan a la calle uniformados lo hagan junto a un compañero y extremando las precauciones.
Las peticiones sindicales se conocen en medio de ríspidas diferencias entre dirigentes sindicales de la Policía de Nueva York y el alcalde Bill de Blasio en uno de los momentos más graves de los últimos años para el cuerpo.
Los sindicatos policiales creen que De Blasio no apoyó adecuadamente al cuerpo a raíz del caso de Garner, y algunos dirigentes acusaron al alcalde de «tener sangre en las manos» por el asesinato de los dos agentes el sábado pasado.
De hecho, el sábado, cuando el alcalde visitó el hospital donde fueron llevados los dos policías tras la agresión, algunos agentes presentes le dieron la espalda, una actitud que el jefe de la Policía, William Bratton, calificó hoy como «inapropiada».
«Es un reflejo del enfado que tienen algunos de ellos», afirmó Bratton en declaraciones en televisión.
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