Con la piel oscura, los ojos color castaño y el pelo corto. Así serían los judíos que habitaron Medio Oriente en el siglo I, según la autora del libro ¿Cómo se veía Jesús?, la historiadora neozelandesa Joan Taylor.
Tras siglos de eurocentrismo, explica Taylor, absorbimos la imagen más conocida de Jesús: un hombre blanco, barbudo, de cabello largo castaño claro y ojos de color azul.
Aunque es un retrato ya conocido por la mayoría de los 2.000 millones de cristianos que hay en el mundo, se trata de una recreación que debe haber tenido poco que ver con la realidad.
El Jesús histórico, asegura Taylor en un reportaje publicado por BBC, era muy probablemente moreno, de estatura baja y mantenía el cabello recortado, como los otros judíos de su tiempo.
Una de las dificultades para saber cómo se veía Jesús viene del mismo origen del cristianismo: el Nuevo Testamento, la sección de la Biblia que narra la vida de Jesús, la cual no hace ninguna descripción de su aspecto.
“Los evangelios no lo describen físicamente, no dicen si era alto o bajo, guapo o fuerte”, advierte Taylor, quien es autora del libro What Did Jesus Look Like? (¿Cómo se veía Jesús?) y profesora del Departamento de Teología y Estudios Religiosos del King’s College de Londres, Reino Unido.
“Lo único que dicen es su edad aproximada, unos 30 años”, agrega.
“Esta ausencia de datos es muy significativa”, asegura otro experto, el historiador André Leonardo Chevitarese.
“Parece indicar que los primeros seguidores de Jesús no se preocupaban por tal información, que para ellos era más importante registrar las ideas que decir cómo era físicamente”, afirma el también profesor del Instituto de Historia de la Universidad Federal de Río de Janeiro y autor del libro Jesús Histórico. Una brevísima introducción.
El experto forense en reconstrucciones faciales, Richard Neave, utilizó sus conocimientos científicos para alcanzar una imagen cercana a la realidad.
A partir de tres cráneos del siglo I, de antiguos habitantes de la misma región donde Jesús habría vivido, Neave y su equipo recrearon, utilizando modelado 3D, un rostro típico que muy bien pudo haber sido el de Jesús.
Los esqueletos de judíos de esa época muestran que la altura media era de 1,60 m y que la gran mayoría de hombres pesaba poco más de 50 kilos.
La profesora Taylor llegó a conclusiones similares sobre la fisonomía de Jesús.
“Los judíos de la época eran biológicamente similares a los judíos iraquíes de hoy en día, así que creo que (Jesús) tenía cabello marrón oscuro a negro, ojos castaños, piel morena, un hombre típico de Oriente Medio”, asegura.
El diseñador brasileño Cícero Moraes, especialista en reconstrucción facial forense, creó una imagen científica de Jesucristo a pedido de la BBC.
Moraes comenta que “(Jesús) ciertamente era moreno, considerando la tez de personas de aquella región y, principalmente, analizando la fisonomía de hombres del desierto, gente que vive bajo el sol intenso”.
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