Del mismo modo que hay escritores que obtuvieron en vida los mayores reconocimientos y su obra cayó en el olvido después de su tiempo y más allá, incluso para siempre, hay escritores que nunca recibieron ningún galardón y, sin embargo, su influencia y su legado se extendió durante décadas y sin fin.
También los hay, por supuesto, en el término medio, aquellos que fueron reconocidos con honores en su tiempo y mucho después. En la lista de los premios Nobel de literatura hay ejemplos, por su presencia y por su ausencia, de cada uno de los tres tipos.
León Tolstoi
El segundo de ellos, el de los escritores universales que no fueron premiados (al menos con los premios que se consideran más importantes) es un grupo curioso y quizá poco conocido en el que podemos destacar al enorme León Tolstoi, el gigante de la literatura rusa, el monstruo barbado y milenario, famoso en vida y en la muerte, recordado y leído por todos.
Los de su época nunca le concedieron sus laureles, aunque nunca los quiso ni los necesitó. Su fama era su corona y sus cuentos y novelas un tesoro de la Humanidad que la que le tocó vivir no le reconoció. El autor de Ana Karenina, de Guerra y paz o de La muerte de Iván Ilich, entre otras obras maestras, fue candidato al Nobel durante varios años consecutivos a principios del XX, pero nunca lo obtuvo.
Mark Twain
Quien dicen que es el fundador de la novela moderna estadounidense, el autor del que bebió toda la generación perdida y la literatura estadounidense del XX, el escritor y periodista Mark Twain, autor de cuentos memorables y de las novelas universales Las aventuras de Tom Sawyer y, sobre todo, Las aventuras de Huckleberry Finn (cancelada por los censores modernos por usar términos inapropiados cuando en su tiempo no lo eran), nunca recibió un premio, pero sí el favor del público en sus días y en los de la posteridad.
Franz Kafka
Franz Kafka fue especial. Apenas publicó una mínima parte de su producción y le pidió a su amigo y albacea Max Brod que a su muerte destruyera todos sus escritos (algo que no cumplió), por lo que fue imposible que el gran autor de La metamorfosis y precedente de tantas corrientes, de enorme influencia posterior, ni siquiera pudiera optar a alguno de ellos.
Edgar Allan Poe
Edgar Allan Poe alcanzó primero la fama efímera como director de periódicos y después como escritor de relatos en esos mismos periódicos, el autor de El Cuervo, de El gato negro o de Los crímenes de la calle Morgue, entre otras obras (incluida una abundante y elevada poesía), no ganó ningún premio, si exceptuamos el obtenido por Manuscrito encontrado en una botella, 50 dólares concedidos por un periódico.
James Joyce
El caso de James Joyce es parecido al de Tolstoi porque durante algunos años en la década de los treinta también fue uno de los candidatos recurrentes al Nobel debido a un prestigio que subió de las profundidades, sobre todo a propósito de Ulises y su escándalo y su revolución. También como Kafka, su influencia en la literatura posterior fue monumental y su figura sigue siendo una de las más veneradas de la historia de las letras mundiales.
Agregar comentario