RedacciónEl Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana (Fopppredom) informó que de acuerdo a los estudios especializados y las informaciones técnicas de sus integrantes, la participación conjunta de partidos emergentes o minoritarios con mayoritarios es un problema mayúsculo que determina su desaparición.
Mediante una nota de prensa, el Fopppredom dijo que se ha detectado que el umbral de reconocimiento no funciona igual en los diferentes niveles de elección, y que resulta posible a los emergentes obtener representación congresual y municipal llevando candidatos suficientes, de raigambre social determinante, cuyas votaciones puedan defender sus delegados propios.
La entidad que agrupa a casi la mayoría de los partidos del sistema político dominicano explicó que se ha comprobado que toda forma de educación del voto realizada en ese contexto siempre insta al votante a ejercer el sufragio a favor del candidato y el partido que encabezan la alianza, y se instruye a los electores a que voten doble para que al hacerlo el voto se compute a su favor, no a favor del partido aliado.
El Fopppredom expuso que la concurrencia aliada entre partidos emergentes y mayoritarios deja a los primeros sin representación ante la Junta Central Electoral (JCE), es decir, sin delegados en las mesas ni ante el centro de cómputos, quedando completamente desguarnecidos.
El colectivo de partidos políticos precisó que un efecto altamente pernicioso de ese tipo de alianzas ocurre porque los candidatos presidenciales suelen hacer llamados a toda la militancia de su partido y de los aliados, para que voten por ellos en el recuadro del partido que encabeza la alianza.
“Se olvidan de que son candidatos de alianza de partidos, y con esa práctica constituye una orden para los militantes de partidos pequeños aliados terminan apropiándose de miles de votos que se hubieran expresado por el partido aliado minoritario”, adujo el Fopppredom.
En este sentido, alegó que vale retener que los electores de los partidos aliados constituyen un “voto blando”, toda vez que su certeza es que ganará el candidato del partido que encabeza la alianza, que es a fin de cuentas quien va a gobernar.
Asimismo, aseveró que es constante y fácilmente verificable cómo los partidos que encabezan alianzas se dan a la tarea de cazar a los dirigentes de los partidos aliados u organizaciones pequeñas, ejerciendo todo tipo de acciones y presiones.
Además, aseguró que los partidos minoritarios carecen de posibilidades reales de acceso a los medios de publicidad y propaganda, para hacer llegar a los potenciales electores y a la ciudadanía en general su campaña educativa del voto en el recuadro.
Apuntó que el problema como se ve, no es acumular 1 % o más de los votos válidos, sino que radica en el sistema electoral en su conjunto: “Variables diferentes operan separadas con un solo efecto devastador contra los partidos que no son las dos primeras mayorías”.
El Fopppredom puntualizó que la regla de “candidato más votado del partido más votado”, impuesta por el sistema de cómputo electoral, termina por aniquilar la mayoría de posibilidades de los partidos minoritarios de ganar senadurías y diputaciones.
En ese sentido, la institución indicó que ejemplos sobran, incluso de candidatos que siendo los más votados no son diputados electos, porque el voto del partido arrastró a otros aliados.
El Fopppredom afirmó que la selección del diputado vía voto preferencial, y ahora en el nivel municipal, es nefasta para los partidos aliados.
“No pueden sacar diputados aunque sobrepasen en votos a los candidatos del partido que encabeza la alianza, pues como se ha comprobado en reiterados casos, la mayoría de los aliados ganadores fueron arrastrados por quienes encabezaron la alianza, esto es, el partido que encabezó la alianza se hizo con todas las posiciones disponibles y solamente cuando sobraron votos entraron los candidatos de las alianzas”, concluyó el Fopppredom.
