La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) críticó la Ley Orgánica del Régimen Electoral, recientemente aprobada por la Cámara de Diputados y remitida al Poder Ejecutivo para su promulgación.
Observó que se reflejan inconsistencias en disposiciones específicas que contiene el texto de esa legislación.
Explicó que con la nueva ley se preserva la lógica y el sistema electoral que prevaleció durante 21 años en la República Dominicana con la ley 25-97.
Dijo que la sociedad esperaba que la nueva ley introdujera disposiciones encaminadas a garantizar la expresión íntegra de la intención del elector, “la cual se ve mermada al subsistir las figuras de voto preferencial, arrastre y método D’ Hondt”.
“Esto distorsiona la intención del votante, ya que convierte el voto del ciudadano en un voto al partido, lo que es totalmente contraproducente en todo régimen democrático”, afirmó.
Agregó que “otra de las inconsistencias de la nueva ley es el método de conteo utilizado, el cual termina por no garantizar que el candidato más votado sea el electo, debido a que el partido que lo postuló puede no alcanzar los votos suficientes para obtener alguna representación. Por esta razón, abogamos por la separación de las boletas electorales a nivel congresual”.
“Otra de las inconsistencias es el tope de gastos para el periodo de campaña electoral. Al igual que en la ley de partidos, se ha utilizado como criterio la cantidad de electores hábiles según la demarcación correspondiente a cada nivel electoral, calculada por montos escalonados establecidos en la normativa.
Para la Finjus sigue siendo “altísimo” el gasto que conllevará la campaña electoral en la República Dominicana, según los porcentajes que aplica la ley a los candidatos.