Félix Hernández impone marca venezolana

El diestro venezolano Félix Hernández sumó su quinta victoria de la temporada al dominar a losAngelinos de Los Ángeles, para que los Marineros de Seattle se impusieran por pizarra final de 3-2 a los dirigidos por Mike Scioscia, el lunes por la noche, en el estadio de la A Gigante de Anaheim, California.

Hernández lanzó pelota de 6 imparables, permitiendo solo una carrera, en una labor de 7 episodios, en la que abanicó a 8 bateadores, lo que lo convierte en el serpentinero venezolano con el mayor número de ponches, en la historia de grandes ligas, al llegar a 1995, superando aJohan Santana que tiene 1988.

«Lograr pasar a un gran lanzador como es Johan Santana, uno de los mejores, es un gran momento para mí», dijo a ESPN Deportes el serpentinero de la tierra de Simón Bolívar, luego de dejar su marca en la presente temporada, en 5-0, con efectividad de 1.73.

Además, con su actuación de la noche, logró hilvanar un triunfo más frente a los Angels, a quienes les ha ganado 5 veces en sus últimas 8 apariciones en el montículo, desde septiembre de 2013.

«No siento que los tengo de hijos. Es siempre un gran reto enfrenarlos a ellos, tienen a grandes bateadores y para mí, siempre es agradable encarar ese tipo de retos. Me siento feliz por la actuación, ya que nosotros necesitábamos este triunfo y lo logramos».

Además, fue un buen duelo monticular frente a Matt Shoemaker.

«Así es, estaba todo muy parejo, hasta que vino Nelson y disparó ese jonrón, después vino el otro y ellos hicieron las carreras que necesitaba».

Ahora hay que seguir en la persecución de los Astros.

«La verdad, esta división es muy fuerte. Porque además de los Astros, están los Angels, Rangers, todos estamos muy parejos y por eso debemos de ganar los más juegos posibles».

Y en cuanto a su marca de 5-0, ¿lo tiene contento?

«Sí, estoy contento. Trato de dar lo mejor de mí en cada juego».

¿Está Seattle para campeón?

«Vamos a seguir luchando, a seguir trabajando, en las pequeñas cosas, eso es todo lo que tenemos que hacer».

Por Rigo Cervantez