Familiares del empresario Jeffrey Alexander Tavarez, muerto a tiros en Bonao al llegar a su casa, pidieron que se aplique todo el peso de la ley contra su viuda, acusada de contratar a cuatro sicarios para cometer el hecho, supuestamente para quedarse con la fortuna y las propiedades de la víctima.
Daniela Santos Burgos, de 21 años, quien fuera la esposa de Tavárez, es la principal acusada del crimen.
Tavárez, de 27 años de edad, decidió regresó a Bonato desde los Estados Unidos después de ganar una demanda, en la que se transó por $1.5 millones, aunque el total hubiera sido de $3, después de ganar una batalla legal por un accidente que tuvo en el trabajo.
Él era conductor de una guagua en Nueva York.
Su tía, Giselle Payano, y una prima que se identificó como Stephanie Guichardo, dijeron creer en las acusaciones contra Burgos.
“Queremos que eso no se quede así y que ella pague por lo que hizo, porque él se dio cuenta, porque cuando estaba mal herido, la llamó y ella no le contestó la llamada. Le dijo que no lo dejara morir”, añadió la tía, entre sollozos.
El empresario era propietario de “Papi Chulo Rent Car” y otros negocios que había adquirido en Bonao.
Se dijo que nació en Nueva York y según su perfil de facebook, donde figura como casado hasta 2016, estudió en las escuelas secundarias George Washington y
Camden Academy Charter High School en Nueva Jersey.
En sus cuentas de las redes informaba que él había residido en el Alto Manhattan y Nueva Jersey.
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