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En esta coyuntura escuelas públicas superan a los colegios de pago

Por Johnny Arrendel

Ha surgido un denominado Colectivo de Padres por la Educación Presencial en la República Dominicana con el objetivo de presionar a las autoridades a que reabran los planteles y que los niños y jóvenes regresen a las aulas.

Convocaron incluso a protestas en el Boulevard de la Avenida Winston Churchill.

La verdad es que todo indica que detrás de este movimiento están los dueños de colegios privados, quienes han visto como de la noche a la mañana la epidemia de la covid19 y las condiciones que impone a casi todos los países para la forma de laborar, educar, comercializar, transportar y recrearse, entre otras actividades, han triturado sus esquemas de negocios.

Precisamente esa es la debilidad y la fortaleza al mismo tiempo de la educación privada, que es un negocio y por tanto sus inversionistas pueden obtener beneficios, en tanto satisfagan las necesidades formativas de las familias que les pagan.

Y he aquí que, en estos precisos momentos, la mayoría de colegio de pago del país no está en capacidad de competir con la estructura del Estado en materia de planificación, diseño, producción y puesta en línea de los contenidos pertinentes para asegurar niveles mínimos de calidad y así sacar adelante el año lectivo en esta crisis.

También en materia de plataforma  el sector público por su gigantismo y recursos a mano obtiene más oportunidades de garantizar el ancho de banda estandarizado para sostener aulas virtuales.

Si bien, los padres, madres y tutores de niños en planteles públicos también quisieran que sus protegidos estuvieran en las aulas, recordemos que las escuelas públicas no cobran y actualmente hay días establecidos para entregar las raciones correspondientes a la alimentación escolar que pasan a recoger religiosamente unas dos veces al mes por las mismas escuelas.

El trasfondo de lo que busca el citado colectivo se refleja cuando piden al ministro de Educación, Roberto Fulcar, que reciba a los dueños de colegios y no a los padres y madres de alumnos.

La educación a distancia llegó para quedarse y en realidad la tormenta de avances tecnológico parece ser que sorprendió al sector educativo en general, no solo de aquí, sino de todo el mundo. Hace tiempo que debió iniciarse la transformación para una mejor utilización de los contenidos digitales en la docencia.

Sin embargo, las clases de informática en las escuelas y colegios enfatizaban más en el uso de las computadoras como herramienta de trabajo en vez de enfocarse en la creación e impartición de contenidos digitales.

Pero como el Estado cuenta con un monto importante para invertir en Educación, el 4% del Producto Interno Bruto, y además tiene la responsabilidad de resolver en un área vital de la política social, por encima de  las  dificultades de inicio, saldrá adelante y corregirá sobre la marcha.

No es el caso de los colegios privados, no solo los de barrios carenciados o “colegios de pobres”, sino de la mayoría de los de clase media e incluso muchos de los de élite o “exclusivos”.

Por eso vemos que en procura de defender sus intereses los empresarios de colegios toman como subterfugios a los padres, madres y tutores y presionan para que el gobierno reabra los planteles.

La verdad es que las consecuencias de reabrir las clases presenciales podrían ser muy peligrosas cuando todavía no existe una vacuna y mientras la mayoría de jóvenes y niños son asintomáticos a la covid19, se sabe pueden transmitirlo a los padres, madres y al profesorado.

Nueva York, llamada Capital del Mundo, acaba de disponer el cierre de las escuelas por disposición del gobernador Andrew Cuomo ante un nuevo rebrote del mal que afecta a su población

                                                     Universidades también en la picota

Si usted es un padre o madre cuyos hijos están próximos a entrar a la universidad de seguro se estará preguntando qué tipo de inversión en su formación les facilitará un mejor futuro.

Hemos subrayado que la educación a distancia llegó para quedarse y que aún cuando la pandemia sea controlada las condiciones de docencia no serán exactamente iguales a las de antes.

Entonces, muchos se preguntan si vale la pena pagar una universidad que aunque tenga prestigio, como INTEC, PUCMM, la UNPHU o UNIBE, tiene un costo muy elevado, cuando existe la posibilidad de matricular a la joven o al muchacho en una universidad internacional de reconocida calidad académica, incluso por un precio mucho menor al que cobran las de aquí.

Esto se verificará sobre todo en carreras de alto perfil tecnológico, porque en campos tradicionales del conocimiento, como la Medicina, es probable que continúe la preferencia por la modalidad presencial.

El Motín

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