El último deseo vital de ‘Cocodrilo Dundee’: Volver a Australia

Si hablamos del actor Paul Hogan quizá nadie sepa quién es simplemente por su nombre pero al decir Cocodrilo Dundee muchas personas recuerdan perfectamente al aventurero que encarnó en la gran pantalla.

Cocodrilo Dundee era una comedia en la que el protagonista, Michael Dundee, era un cazador de cocodrilos (de ahí su mote) en Australia y una periodista de Nueva York se lo lleva a la gran manzana pero él, acostumbrado a un ambiente mucho más selvático, no encaja en la jungla de asfalto.

La comedia se estrenó en 1986, un año después en España y fue rodada en su mayoría en Sidney y otras zonas de Australia aunque parte del rodaje también transcurrió en Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Nueva York.

Fue tal el éxito que la comedia protagonizada por Paul Hogan se volvió una trilogía que, según recogió ‘Forbes’ en la época, vendió en EE.UU 78 millones de entradas, que se dice pronto.

Los años pasan para todos y ahora nada queda de aquel fuerte e intrépido cazador de cocodrilos que fue en la ficción Cocodrilo Dundee. El hombre real bajo el personaje tiene hoy 83 años y está muy enfermo.

Paul Hogan se encuentra muy debilitado pero, a pesar de su estado, ha aparecido tras años en la televisión para confesar a ‘A Current Affair’ que su estado de salud es muy delicado y que todavía tiene un sueño final por cumplir.

El actor ha lidiado con problemas graves que le han obligado a colocarse un marcapasos y, como él mismo admite, no puede llevar una vida normal debido a ciertas complicaciones: «Tuve un problema en la aorta en el riñón y el tratamiento lo arregló, pero me encogió., inicia explicando.

Esta secuela del problema renal ha implicado que Hogan esté sin fuerzas: “He perdido toda la grasa corporal y los músculos se han encogido y la fuerza no ha vuelto, porque me dejó débil. Tengo que pedirle a mi hijo Chance que abra los tarros por mí”, confiesa.

Ni siquiera puede abrir un tarro de mermelada o conservas debido a que sufre fibrosis retroperitoneal, el crecimiento benigno que envuelve su aorta abdominal y presiona su riñón.

A pesar de su delicada situación personal, Paul aún tiene fuerzas para exprimir un último deseo vital y es que actualmente él vive en la ciudad de Los Ángeles pero quiere acabar sus días en paz, retirado en su Australia natal.

En Australia fue feliz, quiere volver a Sidney con su familia a recordar tiempos mejores cuando encarnaba a Cocodrilo Dundee y era un atlético héroe al que la gente admiraba. Agradecido a este legado y lejos de victimizarse, el artista ha admitido al citado medio que: «He tenido una vida muy buena. Me han sucedido muchas cosas maravillosas sin merecerlas, así que no debería quejarme pero, sí, preferiría estar de vuelta en Sidney.”

Ojalá Paul logre cumplir su deseo y es que morir donde están sus seres queridos y donde vivió instantes tan memorables de su vida, sería algo hermoso para este anciano que, en su juventud, tanto nos hizo sonreír con sus locas ocurrencias de cazador de la selva en la gran ciudad.

 

El Motín

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