Por Juan López
Diferentes pronunciamientos y actividades realizadas por funcionarios gubernamentales y dirigentes del PRM evidencian la implementación de una estrategia política para exacerbar los sentimientos del patriotismo a favor de la reelección, tratando de aprovechar a un importante sector del pueblo dominicano que, por acontecimientos históricos y diferencias socio-culturales, alberga ciertos resentimientos con respecto a la vecina república de Haití.
Al vislumbrar esos propósitos, en nuestra reflexión “Haití en las elecciones RD”, publicada en este importante medio de comunicación, el pasado 23 de abril, hicimos la siguiente afirmación:
“La grave e histórica crisis que padece …Haití será uno de los principales temas de las elecciones municipales, congresuales y presidenciales que …se van a realizar en la República Dominicana (RD), en el próximo 2024.
“El gobierno del PRM-Abinader …por concepciones ideo-políticas de sus principales dirigentes y por la pretensión de conquistar el voto de una importante franja de electores (conservadores,
“nacionalistas”, xenófobos) está implementando varias acciones ante la inmigración y crisis haitianas.”
También, el pasado 17 de septiembre, publicamos la “Reflexión sobre la actual crisis RD-Haití” en la que planteamos:
“El ultimátum que el presidente Abinader le dictaminó al gobierno haitiano “para que detuviera la construcción de un canal en el río Masacre” y la consiguiente decisión de “suspender el diálogo que al respecto se estaba realizando; y, a partir de las 6:00 am del viernes 15 de septiembre”, disponer el cierre indefinido y total (por mar, tierra y aire) de la porosa frontera nos obliga a reflexionar con seriedad, objetividad y ecuanimidad sobre las delicadas y complicadas consecuencias presentes y también para el futuro de la actual crisis en las relaciones RD-Haití.
”Es muy probable que, luego de ejecutar tan drásticas decisiones, las preocupaciones y “dolor de cabeza” no permitan que el presidente Abinader disfrute de “un sueño tranquilo”, en atención a las imprevisibles consecuencias de esta crisis, la que se complica con la exagerada exhibición del “aparataje de órdenes militares, cantidad de equipos y armas de guerra y traslado de miles de soldados hacia la frontera dominico-haitiana”.
Es posible que al inicio, esas temerarias decisiones despertaran “patriotismo” y mejoraran las aspiraciones reeleccionistas. Sin embargo, contrario a los propósitos de la estrategia electoralista del presidente Abinader, surgieron estos adversos resultados:
1ro.- En Haití no se detuvo la construcción del canal. Lo continuaron y produjo la unificación política con motivaciones nacionalistas de los más diversos sectores haitianos (gobierno, oposición, grupos de poderes fácticos, las bandas delincuenciales) y empezaron a presentarse ante la comunidad internacional como víctimas del gobierno dominicano.
2do.- Además de la quiebra de los pequeños y medianos empresarios de la frontera y del Cibao, que están perdiendo cientos de millones de pesos; el gobierno ha tenido que disponer de grandes sumas de dinero para dar limitadas asistencias a esos sectores. También está gastando un enorme presupuesto para el sostenimiento de la logística del aparataje militar que se dispuso para dar mayor sustentación al exhibicionismo del “patriotismo” de nuevo cuño.
3ero.- Después del fracaso del principal objetivo del cierre total de la frontera (detener la construcción del canal haitiano en el río Masacre), se trató de retomar el protocolo diplomático de las negociaciones a través de la OEA, sin resultados positivos a la vista.
A esas tres situaciones se le agrega la incertidumbre en cuanto a la fecha en que llegará a territorio haitiano la fuerza multinacional que liderará Kenia y, obviamente, sus posibles resultados con respecto a la pacificación de Haití y la superación de sus maltrechas institucionalidad y gobernabilidad, así como las graves crisis económica, política y social que evidencian a un Estado fallido que mantienen al pueblo haitiano como el más empobrecido del hemisferio occidental y un incierto futuro.
Consecuente con esta reflexión, exhortamos al presidente Abinader y sus asesores a implementar estas acciones: 1.- Insistir y priorizar el uso del protocolo diplomático y las negociaciones para superar el conflicto RD-Haití, a la mayor brevedad posible.
2.- Implementar medidas que permitan reabrir la frontera lo antes posible. 3.- Continuar asistiendo, económicamente, a los pequeños y medianos empresarios fronterizos y cibaeños muy afectados con el cierre de la frontera. 4to.- Descontinuar la promoción del pseudo patriotismo para gestionar votos para su reelección que podría convertirse en un bumerang y valorizar la política de buena vecindad con el inmudable pueblo haitiano. ¡Ojalá así ocurra!
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