El dengue evoluciona hacia una situación de epidemia en el país, a juzgar por el incremento de casos que ya alcanzan los 7, 579, y 95 defunciones según registra el Ministerio de Salud Pública, mediante el reporte semanal de la dirección general del Epidemiología.
El último boletín epidemiológico difundido esta semana arrojó además que estos datos representan 37 más que el total de muertes ocurridas el año pasado que fueron 58.
Ante esa situación, el director del Servicio nacional de Salud (SNS), Ramón Alvarado, convocó de urgencia a los jefes de pediatría y medicina interna de los principales hospitales del país, a quienes les manifestó que la integración de ellos a las unidades de manejo de dengue es urgente.
“Ustedes y nosotros sabemos que un paciente con dengue no debe morir”, dijo Alvarado.
Auditorías ordenadas por el Ministerio de Salud a varios casos de muertes por dengue pusieron en evidencia la semana pasada que la “mayoría de los pacientes acudieron al médico por lo menos dos o tres veces antes de ser ingresados y que muchos recibieron primero un diagnóstico distinto”.
La investigación, arrojó también que la mayoría de los pacientes llegó a tiempo a los hospitales pero se enfrentó a la falta de interés del médico que los recibió. Ante ese escenario la ministra de Salud, Altagracia Guzmán, a reconoció públicamente fallas en el manejo de la enfermedad.
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