NEW YORK – En el quinto aniversario del cambio que lo trajo a los New York Knicks, un frustrado Carmelo Anthony admitió que su paciencia está siendo probada a «mantenerse fuerte y positivo durante su tiempo con el equipo.

«Está siendo duro. Es retante», dijo Anthony luego de que le recordaran que ha visto cuatro entrenadores y tres gerentes generales más un presidente de equipo (Phil Jackson) y docenas de compañeros desde que fue cambiado por los Denver Nuggets. «Es retante tratar de mantenerse fuerte y positivo a lo largo de todo esto».

«Tú no puedes controlar esto», dijo Anthony de todos los cambios en Nueva York. «Cuando tú miras, ¿cuántos coaches distintos? Cuatro diferentes entrenadores. Muchos jugadores diferentes. Quiero decir, es mucho con que lidiar».

Luego de que los Knicks perdieran por octava ocasión en nueve juegos con una abismal demostración de 122-95 ante los Toronto Raptors, Anthony estaba listo para hablar con los reporteros tan pronto abrió el camerino.

Eso es raro. Anthony usualmente habla tarde después de los partidos cuando se da el tratamiento, pero el jugador-franquicia de los Knicks dijo que necesitaba dejar el Madison Square Garden para «descomprimirse».

«¿Mi estado de ánimo? Sí. Necesito irme a casa y simpelemte relajarme un poco», dijo un frustrado pero cortés Anthony.

El jugador está en el segundo año de un contrato de cinco y $124 millones, que firmó como agente libre hace dos veranos. El contrato tiene una cláusula de no cambio, y ha dicho repetidamente cuánto quiere jugar en Nueva York. Sin embargo, el jugador de 31 años también quiere ganar un campeonato y ahora está en peligro de perder los playoffs por una tercera temporada seguida.

Los Knicks (24-34) han perdido 12 de sus últimos 14 partidos. En ese periodo, Derek Fisher fue despedido y reemplazado por el entrenador interino, Kurt Rambis.

«Independientemente del récord, solo perder, aceptar eso, es duro aceptar eso», dijo Anthony, quien también ha sido ‘coacheado’ por Mike D’Antoni y Mike Woodson con los Knicks. «Uno no puede estar satisfecho con perder juegos de básquetbol».

Ian Begley