Los traspiés económicos que parece confrontar la serie Premier Boxing Champions (PBC) a tan sólo dos años de su debut, tiene sus razones, además de aquellas que se derivan de la casi nula venta de publicidad para cada evento.

El proyecto del productor Al Haymon, que tiene como base la creación masiva y difusión de espectáculos boxísticos fuera de la forma tradicional a través de afiliadas de televisión como ABC, CBS, Fox, Fox Sports, NBC, NBC Sports, ESPN, Spike y Bounce TV, cometió a juicio del veterano promotor Bob Arum, un error que sólo se le podría permitir a un principiante del negocio, y no a un sagaz empresario como Haymon.

«El principal problema que tiene el PBC, el mayor de todos, es que no tiene un promotor», expresó Arum, presidente de la empresa Top Rank quien entabló una demanda por $100 millones contra Haymon por acciones monopólicas y violaciones a la Ley Muhammad Ali.

«Tú no puedes deshonrar a los promotores, y Premier Boxing Champions nunca tuvo rostro. La persona que ha estado corriendo las cosas se ha mantenido en las sombras en todo momento, y para mí las cosas no funcionan así», agregó Arum.

La demanda de Arum también fue contra la firma de inversión Waddell & Reed Financial Inc. quienes financiaron con $500 millones el proyecto de Haymon.

La compañía Golden Boy Promotions, propiedad del promotor Oscar de la Hoya, también demandó al empresario y sus compañías, junto a Wadell & Reed por $300 millones.
Hace unas semanas el PBC, que tenía inicialmente eventos en ESPN en calendario para el mes de enero, y luego los postergó para abril y mayo, anunció que iniciaría su nueva temporada en el mes de junio. Su último evento bajo esta plataforma fue en el mes de noviembre.

«Si estas corriendo sin dinero, esa es la forma de hacer las cosas», dijo Arum. «Tienes que comenzar a cortar. El (Haymon) empezó con una cantidad de dinero que él mismo jamás pensó que tendría. $500 millones es mucho dinero».

Arum puso en duda una vez más la razón que llevó a una empresa tan importante en el mundo de las inversiones como Wadell & Reed en aportar medio billón de dólares en un proyecto como el de Haymon.

«El nos quiere decir que las personas que reciben sus fondos de retiro, de individuos, de viudas y huérfanos, ¿querrían ponerlos en estos en eventos?. Por favor, ¿quién haría eso?. Si tienes un billón o dos billones de dólares, y éste individuo toca la puerta de tu casa con este esquema ridículo sobre comprar tiempo en televisión y querer correr a todo el mundo del boxeo, y para eso te pide $500 millones dólares, creo que es suficiente como para sacarlo a patadas por la misma puerta. ¿Como diablos es que esos fondos mutuos pueden estar interesados en este tipo de inversión?. ¿Cómo?, quiero saberlo, porque algo apesta aquí», aseguró.

La demanda de Arum fue sometida en la Corte de Distrito de Estados Unidos en Los Ángeles. En ella detalla un esquema en el que, a su juicio alega que Haymon maneja peleadores simultáneamente y promueve pelea en violación al Acta de Reforma Ali. También sostiene que la compañía de Haymon le paga a los peleadores para que no hagan guanteos con púgiles promovidos por Top Rank y que también le impide a sus púgiles enfrentar a aquellos que no son controlados por Haymon, entre otros puntos.

Fuentes de entero crédito revelaron que la PBC alegadament ya ha invertido en dos años una suma ascendente a $450 millones, lo que supone casi la totalidad de la inversión inicial de Wadell & Reed.

«No tengo idea (de cuanto les durará la empresa)», comentó Arum. «Lo que me importa es que cuando todo esto empezó inicialmente, nuestra meta siempre fue denunciar cualquier práctica monopolística que se estuviera dando y nosotros mantener nuestro norte en continuar haciendo los mejores eventos de boxeo. Y así ha sido», apuntó.