RedacciónBARCELONA — El campeón regresa a la Liga tras un estreno copero que ha dejado mal sabor en el ambiente. Entre muchos medios por considerar que el Barça jugó mal y que sus suplentes no están a la altura, y en el vestuario por entender esa crítica como desmedida y un punto fuera de lugar.
El empate frente al Villanovense en la Copa sigue aún en el plano y con Luis Enrique al frente de la defensa de sus hombres, convencido como está del maltrato que han sufrido por parte de muchos medios.
“A mi hubo varios jugadores que me demostraron que merecen más minutos” expuso el entrenador asturiano, quien personalizó en Munir, en Sandro, Adriano o Douglas, especialmente en el caso del joven lateral de quien descubrió que “jugó más de ochenta minutos con un hueso del pie roto”, destacando su compromiso.
En el vestuario azulgrana no ha sentado especialmente bien la reacción de la mayoría de medios por el empate ante un rival de Segunda B (tercera categoría) al que se considera debió ganar el Barça con facilidad. Se pone el acento en el 0-4 con que se estrenó el torneo de Copa el año pasado en Huesca pero no se recuerda que en años anteriores se comenzó con ajustados resultados contra Hospitalet o Badalona o que en 2007 el Alcoyano igualó en el Camp Nou.
Fueron, como esta vez, eliminatorias a doble partido que siempre quedaron en el olvido a la que se disputó la siguiente ronda y en el vestuario se considera que los ataques sufridos por Adriano (defendido especialmente por Luis Enrique) o el poner en cuestión el rendimiento de Munir y Sandro es “injusto”.
“Tienen minutos de crecimiento y han participado en bastantes goles” terció Luis Enrique al referirse a los dos canteranos, a los que se señala por no marcar y se olvidan sus asistencias, entendiendo el núcleo duro de la plantilla que todo obedece al interés de los medios por poner en el escenario una necesidad absoluta de fichar.
El “lo que me interesa es ser campeón de Liga” con que ventiló el entrenador la pregunta acerca de cómo quiere llegar al Clásico podría trasladarse a cualquier plano, tanto en la Copa como en la Champions, donde nadie recuerda, por ejemplo, que el Barcelona perdió en su primera visita al PSG con un mal partido de Ter Stegen, después trascendental en la conquista del título en Berlín.
Jordi Blanco
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