El Banco Central (BCRD), informó este lunes que decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en un 5 por ciento anual.
La decisión sobre la tasa de referencia fue adoptada en el mes de agosto, después de analizar el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación y las expectativas del sector privado, el panorama macroeconómico nacional, así como el entorno internacional relevante para la economía dominicana.
La entidad bancaria dijo que se observó que la tasa interanual de inflación ascendió a 0.50% en el mes de julio En términos acumulados, la inflación se situó en 0.85% durante los primeros siete meses del año.
Asimismo, expresó que la inflación subyacente, indicador que refleja las condiciones monetarias de la economía, se ubicó en 2.11% interanual. Los pronósticos continúan indicando que la inflación se mantendría por debajo del límite inferior de la meta establecida en el Programa Monetario para 2015, convergiendo gradualmente hacia el centro del rango de 4.0%±1.0% para 2016.
En el ámbito externo, indicó que el crecimiento de las principales economías industrializadas continúa impulsando la economía mundial.
Cifras recientes muestran que Estados Unidos de América (EUA) creció 2.7% en términos interanuales durante el segundo trimestre del año, mientras la Zona Euro se expandió en 1.2% interanual en igual período.
Tanto en Estados Unidos como en la Zona Euro, la inflación permanece baja, situándose en torno a 0.2% interanual para el cierre de julio, como resultado de la tendencia a la baja que muestran los precios de los commodities en los mercados globales.
Expresa el Banco Central que según las últimas proyecciones de Consensus Forecast (CFC), EUA crecería en torno a 2.3% y a 2.7% en 2016. Para CFC, la Eurozona cerraría el presente año con una expansión de 1.5% y lograría un repunte hasta 1.8% para 2016.
En adición al comportamiento de los conmovisteis en los mercados internacionales, otras fuerzas han estado influyendo en el comportamiento de la economía mundial recientemente.
Por un lado, el dólar ha presentado una tendencia apreciatoria durante el último año, fortaleciéndose ante otras monedas como el euro, el yen japonés y la libra esterlina. Por otro lado, los mercados han mostrado cierta preocupación con el menor crecimiento observado en China hasta el punto de que, recientemente, las bolsas de valores de los principales centros financieros mundiales registraron una importante baja.
Con el objetivo de relanzar su crecimiento, China redujo su tasa de política monetaria por cuarta vez en lo que va de año, a la vez que devaluó su moneda, el Yuan, para impulsar las exportaciones. En el Banco Central, estamos monitoreando de cerca estos acontecimientos, aunque entendemos que los efectos directos de corto plazo sobre nuestra economía serían mínimos.
En lo que respecta a América Latina, expresa que el crecimiento continúa disminuyendo, como consecuencia de la ralentización de la actividad económica en algunas de las economías más grandes, particularmente, Brasil, Venezuela y Argentina.
En el caso particular de Brasil, se profundiza la recesión luego de una caída de 2.6% en el segundo trimestre del año. Para América Latina como región, Consensus Forecast estima una contracción de 0.2% en 2015, recuperándose gradualmente en 2016 hasta alcanzar una expansión de 1.2% al cierre de ese año.
En el entorno doméstico, señala que la actividad económica continúa mostrando un alto dinamismo. La tendencia ciclo del indicador mensual de actividad económica (IMAE) presenta una tasa de crecimiento interanual de 6.4% a junio, mientras que los préstamos privados crecen por encima de 11.0% en julio.
En el contexto fiscal, el gobierno continúa con el proceso de consolidación fiscal iniciado hace tres años. Cifras preliminares muestran que las operaciones del Gobierno Central registraron un superávit durante el primer semestre del año, lo que permite prever que al final del año se estaría cumpliendo con la meta establecida en el Presupuesto Nacional. Igualmente, las condiciones del sector externo se mantienen favorables al registrar un pequeño superávit durante los primeros seis meses del año, como resultado de la disminución de los precios del petróleo y el fortalecimiento del turismo, las remesas y la actividad de zonas francas.
Los registros positivos en las cuentas fiscales y externas del primer semestre del año indican que los fundamentos de la economía dominicana se mantienen fuertes, facilitando la estabilidad relativa del tipo de cambio y la acumulación de reservas.
Finalmente, el Banco Central ratifica su compromiso de implementar la política monetaria orientada al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica, a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.
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