La NASA ha marcado un hito en la historia de la astronomía con la detección inequívoca de agua molecular en la superficie de la Luna. Se halla congelada y en mayor cantidad de lo esperado, según dos estudios publicados por la agencia espacial estadounidense. Además, estos trabajos han observado que en el satélite hay numerosos cráteres, incluso muy pequeños, a los que nunca llega la luz solar, donde esta podría estar atrapada de forma estable.
El primero de ellos es un telescopio de la NASA subido a bordo de un Boeing 747 que vuela a 12.000 metros de altitud, con el objetivo de captar luz infrarroja en una longitud de onda que sola pueda emitir el agua. Este sistema permite descartar todo el vapor de agua de la atmósfera de la Tierra.
El segundo descubrimiento proviene de un experimento que analiza imágenes de sondas que han orbitado alrededor de la Luna y, con muchísimo detalle, han calculado dónde hay sombra permanente en el satélite. Así, han elaborado un mapa de dónde podría haber agua congelada de forma estable, «como si se tratase de una especie de nevero».
El hecho de que haya agua molecular, en forma de hielo, es un gran avance. Se ha hallado una especie de nevero en la superficie del satélite. Así, para futuras misiones, ya no habría que extraerla de los minerales, como se pensaba hasta ahora, y sería más fácil obtenerla.
Antes ya se había descubierto agua, pero en la forma de minerales hidratados, una especie de arcilla. Además, ahora se ha encontrado mucha más cantidad, mucha más área, casi se duplica respecto a lo que se creía.
Este descubrimiento va a hacer posible crear una especie de mapa de reservorios de agua, que puede ser útil para las próximas misiones en la Luna. Hay que tener en cuenta que se está planeando volver al satélite en cuatro años y que haya una base casi permanente allí. La presencia de agua será de gran utilidad para las colonias.
Sí, habría que filtrarla, limpiarla, purificarla, pero es bebible.
Se puede utilizar como combustible. Es otro de los usos que se está haciendo del agua. Si uno la calienta, genera vapor, abrimos la válvula donde la calentamos y tenemos un cohete, como una olla a presión. Además, el material que se usa para hacer despegar cohetes es combinar oxígeno e hidrogeno, porque produce mucha energía.
Habría que saber qué cantidad de agua hay en cada lugar, para determinar dónde ir a buscarla. Así, se podría identificar los lugares más accesibles y más económicos, en términos de energía y dinero.
Agregar comentario