Amnistía Internacional (AI), consideró que «en la práctica» las autoridades dominicanas «han barrido del mapa» a cuatro generaciones de dominicanos «de un plumazo» a través de un «laberinto burocrático y jurídico» que ha convertido en «apátridas» a miles de personas en una nación de «ciudadanos fantasmas».
En un informe difundido sobre personas apátridas en la República Dominicana, AI afirma que esos «apátridas» no tienen la posibilidad de acceder a un empleo regular, matricularse en estudios superiores o incluso visitar a un médico.
El estudio, «desmonta» la versión oficial de que ninguna persona carece de nacionalidad en la República Dominicana y analiza «el intrincado laberinto jurídico creado por las autoridades» desde la década de 1990 y, más recientemente, mediante una sentencia de 2013 «que ha privado arbitrariamente de la nacionalidad a decenas de miles de personas» con padres o abuelos extranjeros.
Inmediatamente la investigación fue dada a conocer, el presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, la calificó de «calumnia», y a su vez, rechazó las críticas a que hubo escasa información sobre el proceso de regularización para extranjeros que finalizó en febrero.
«Eso es falso», dijo Rosario, quien recordó la amplia campaña en los medios de comunicación y rechazó el contenido del análisis de AI. «Hubo una profusa e intensa campaña», subrayó.
Por su parte, en un comunicado la Dirección General de Pasaportes dijo que si el interés de AI fuera la solución de las «presuntas violaciones» cometidas por esa entidad estatal, «el primer paso es aportar las pruebas de sus alegatos y hacemos constar que hasta el momento no han sido suministradas».
El informe de AI, explica que en la práctica, las autoridades de la República Dominicana han barrido del mapa a cuatro generaciones de dominicanos de un plumazo, al dejar sin la nacionalidad, decenas de miles de personas se han convertido efectivamente en fantasmas y deben superar enormes obstáculos para acceder a los servicios básicos del país».
Erika Guevara, directora del Programa de AI para América, indicó que AI recabó la información sobre el terreno, pide que las autoridades dominicanas reconozcan la magnitud del problema de la apátrida y «tomen todas las medidas necesarias» para garantizar que las personas afectadas puedan disfrutar de sus derechos humanos.
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