Por el momento, las autoridades no tienen claro cuál fue el móvil de la masacre, según había explicado la fiscal general en la víspera.
La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, anunció la noche del lunes el hallazgo de 17 cadáveres de los mineros que fueron reportados como desaparecidos por sus familias el pasado 4 de marzo.
Los cuerpos fueron encontrados dentro de una fosa común de aproximadamente cinco metros de profundidad cerca de la localidad de Nuevo Callao, en el estado suroriental de Bolívar. La localización de los cadáveres se obtuvo el lunes en la tarde, tras varios días de búsqueda.
«Hemos concluido la búsqueda de los desaparecidos en Tumeremo», indicó en su cuenta de Twitter Ortega Díaz, que no ofreció más detalles. Familiares de las víctimas, testigos y opositores aseguraron inicialmente que había 28 mineros desaparecidos.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo la semana pasada que se creía que los mineros fueron víctimas de una «matanza en una guerra de bandas» que operan en el sur del estado Bolívar, donde hay una intensa actividad de minería ilegal.
En el marco de la investigación se detuvo a Rosa Gil Salazar, que estaría vinculada a los asesinatos. Los cuerpos de seguridad están tras la búsqueda de otras tres personas, entre ellas Jamilton Andrés Ulloa Suárez, alias «El Topo», de nacionalidad ecuatoriana.
Tras el anuncio de las desapariciones y la protesta de los familiares en una vía que comunica el sur del país con la frontera con Brasil, las autoridades enviaron un millar de militares al sur del estado Bolívar para reforzar las labores de búsqueda.
La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, creó la semana pasada una comisión para investigar el caso.
Agregar comentario