Sobre nosotros

Por Fernando A. De León

  Muy a pesar de que en los últimos tiempos el periodismo se ha contaminado y hay periodistas que en vez de servirlas, ellos son noticias; veteranos y sacrificados profesionales de la diáspora, como  ahora nos llaman, conservamos lo deontológico y el decoro de esta disciplina.

Aunque tengamos un bajo perfil como profesionales de la comunicación, en esta urbe, no todos, tenemos la misma actitud del periodista, Erasmo Chalas.  No. Primero, no creemos en el sistema y, si ocurriese lo contrario, tendríamos la prudencia de no lisonjear al mandatario de turno, cual que sea el partido en el poder.

Pero, partiendo de esto último, si nos hubiese tocado formularle alguna pregunta al presidente Luis Abinader en La semanal de los lunes, perteneciendo a su partido, lo hubiésemos hecho como militante perremeísta, no como periodistas.

Y si de lo contrario, actuáramos como profesionales del periodismo, habríamos procedidos como eso, y entre otras cosas, preguntado con arrojo y valentía al mandatario, sobre el por qué no ha cumplido con el monto completivo de las pensiones especiales a 12 periodistas de esta urbe que fuimos considerados, abusivamente, como auxiliares o técnicos, y no como lo que somos. Algunos de nosotros, tanto en el país como en esta urbe.

En otras palabras, en vez de únicamente exaltar la labor del mandatario diciéndole que los dominicanos en Nueva York estamos “satisfechos” con su gestión, como “regalo de Navidad” le habríamos pedido que complete el monto de esa pensión especial que, como sabemos, él prometió. En otras palabras, emplazarlo a responder públicamente a esa inquietud.

Eso debió hacer Chalas que, aunque no lo conocíamos antes, dijo que es un periodista de larga data. Esto, además, de haber sido secretario general del CDP en esta seccional. Con más razón, para solidarizarse con sus colegas, y sabiendo que esas pensiones fueron otorgadas por el gobierno; no escogidos por la directiva del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), en su sede de Santo Domingo.

Esa hubiera sido una actitud plausible, sobre todo cuando observamos que Abinader, terminando la sesión, fue lacónico en su respuesta y, cuasi con desgaire y desprecio, ni se molestó en dar la bienvenida a la comisión de dirigentes perremeístas neoyorquinos que se presentó a ese escenario, acompañando a Chalas.

Aunque en lo particular no tenemos ninguna animadversión contra él, debemos aclararles a los colegas dominicanos y a otros que, en Nueva York, no todos los periodistas coincidimos con su actitud y que, aunque no estemos en pleno ejercicio, todavía no ha mermado nuestra dignidad como profesionales de luenga trayectoria.

*El autor es periodista, miembro del CDP en Nueva York, donde reside.

El Motín

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