Breno de Souza Brasil Dias da Costa

Daniel Ortega expulsa de Nicaragua al embajador que representa a Brasil

BRASIL.-Daniel Ortega y Rosario Murillo consideraron como invitado especial al embajador de Brasil en Nicaragua, Breno de Souza Brasil Dias da Costa, en el 45 aniversario de la Revolución Sandinista, celebrado el pasado 19 de julio en plaza pública en Managua, la fiesta cúlmen del sandinismo. Sin embargo, el diplomático del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva no asistió al evento y eso resintió a la pareja presidencial: hace dos semanas lo expulsaron del país. Le dieron un plazo de 15 días para que se marchase, reveló el medio de comunicación Divergentes este martes, citando fuentes diplomáticas.

Horas después, un funcionario de Itamaraty confirmó al diario Folha de S.Paulo la expulsión de Breno de Souza. Sin embargo, la salida del funcionario carioca de Nicaragua no ha sido efectiva, ya que Itamaraty hizo gestiones ante Nicaragua sobre el caso y están “a la espera de una respuesta definitiva”.

Según el funcionario de Itamaraty consultado por Folha bajo condición de anonimato, “habrá consecuencias si se confirma la orden de expulsión”. De esa manera tocaría fondo la relación entre Managua y Brasilia o mejor dicho, en términos políticos-ideológicos, entre Ortega y Lula, dos aliados históricos en la izquierda latinoamericana.

“Como te dije, al embajador le dieron 15 días para irse. Brasilia quiere evitar un escándalo y lo van a retirar ellos. Pero cuando un embajador es removido del puesto tiene dos meses para salir. Hay que hacer una licitación para conseguir una compañía de mudanza y un montón de cosas”, explicó la fuente diplomática a Divergentes. “Brasilia dejará en la embajada de Managua únicamente a un encargado de negocios”.

Mientras que la fuente de Itamaraty defendió la inasistencia de Breno de Souza al acto partidario del 19 de julio de los Ortega-Murillo, al cual no asistió ni un solo jefe de Estado ni delegaciones diplomáticas de peso, a excepción de los aliados Cuba, Venezuela y Rusia. “El diplomático brasileño actuó bajo la dirección de Itamaraty. Ante la congelación de las relaciones, tenía instrucciones de Brasilia de no asistir a ciertos actos políticos organizados por el régimen”, explicó el funcionario.

Breno de Souza presentó sus cartas credenciales ante la cancillería sandinista en agosto de 2022, después de varios episodios de tensión entre los gobiernos de Brasil y Nicaragua. Lula ha criticado la deriva autoritaria y represiva de Ortega y la “copresidenta” Murillo. El 22 de julio pasado, tres días después del acto del 19 de julio, el mandatario brasileño reveló en una entrevista que Ortega no le atiende las llamadas telefónicas desde junio de 2023, cuando el papa Francisco le pidió que intercediera por la situación del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, en ese entonces preso político y luego desterrado a Roma en enero de 2024.

“Conversé con el Papa y él me pidió que conversara con Ortega sobre un obispo que estaba preso”, dijo Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros, en relación al prelado, condenado a 26 años de cárcel por delitos considerados “traición a la patria”, y preso político durante más de un año. “Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él”, detalló.

Lula lamentó en la entrevista que eso ocurra con “un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrotar a (Anastasio) Somoza” y agregó que hoy no sabe si esa revolución fue “porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo”. Además dijo que es “favorable” en todo país que “haya una alternancia en el poder”, porque es “lo más sano” para una democracia.

Críticas de Brasil
En marzo de 2023, Brasil se sumó a los países que, en el marco del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, protestaron por la decisión del régimen Ortega-Murillo de retirar la nacionalidad a más de 300 opositores, periodistas, escritores, feministas y críticos en general.

La reacción de Managua fue destituir a su embajadora ante Brasilia, Lorena del Carmen Martínez. Los Ortega-Murillo nombraron a Gadiel Osmani Arce Zepeda en el cargo “de ministro consejero con funciones consulares de la Embajada de la República de Nicaragua en la República Federativa del Brasil”. En mayo de 2024, el régimen envió como embajadora a Fulvia Patricia Castro Matus.

Lula ha intentado ser un mediador entre la dictadura Ortega-Murillo y la comunidad internacional para buscar una salida pacífica a la crisis sociopolítica que Nicaragua atraviesa desde 2018, el año de las masivas protestas sociales que fueron reprimidas con violencia. Con la expulsión del embajador Breno de Souza, el régimen sandinista dinamitó uno de los escasos puentes que le quedaba con la izquierda latinoamericana.

El Motín

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